sábado, 8 de enero de 2011

Mario. Paco Llop.


Érase una vez un chico llamado Mario, que vivía en un pueblo de la costa. Su familia tenía una panadería y Mario tenía que ayudar a sus padres. La panadería iba mal, trabajaban mucho pero tenían que pagar muchos impuestos y tenían lo justo para comer.
A Mario le encantaba el mar y soñaba con ser un marinero y recorrer los mares, pero sus padres esperaban que él siguiera con el negocio familiar. Un domingo, Mario que no tenía que ayudar a sus padres decidió ir al puerto, el mar estaba un poco embravecido y los barcos no habían salido al mar. Como quería navegar pensó: “Puedo coger una barca, dar una vuelta por el puerto y nadie se enterará”.
Subió a la barca que tenía al lado, quitó amarras y remó como él tantas veces había visto hacer a los marineros. Pero Mario no pudo controlar la barca, la corriente lo estaba arrastrando mar adentro. Pidió ayuda, pero al ser domingo no había nadie en el puerto. Al poco tiempo se encontraba en alta mar, pasaban las horas y anocheció, se quedó dormido de lo cansado que estaba.
Sus padres preocupados, ya que era un niño muy formal y antes del anochecer siempre llegaba a casa, dieron la voz de alarma. Todo el pueblo se puso a buscar a Mario, buscaron y buscaron sin encontrarlo. Pero faltaba una barca en el puerto y pensaron que la había cogido Mario. Como era de noche decidieron seguir con la búsqueda al día siguiente.
Al amanecer Mario se despertó, estaba en una pequeña playa de una isla que no conocía, pero realmente estaba cerca de donde vivía. Recorriendo la isla en busca de alguien que le pudiera ayudar, encontró una cueva. Como todo niño la quiso explorar. La cueva era estrecha con un pequeño pasadizo, al final Mario encontró una sala grande, y al fondo relucía algo. Cuando se acercó se quedó de piedra, ante él tenía un verdadero tesoro.
De pequeño había oído historias que cerca de su pueblo habían unas islas que en tiempos lejanos habían piratas. Mario había encontrado un tesoro pirata.
La guardia marina no tardó al día siguiente en llegar a la isla y allí encontraron a Mario. Al atardecer llegaron de vuelta al puerto, y Mario contó a sus padres lo del tesoro. Gracias al tesoro salvaron el negocio y Mario por fin pudo cumplir su sueño de comprarse un velero y navegar.

2 comentarios:

  1. Hola soy Ana lópez
    lo que mas me ha gustado ha sido cuando sale con la barca
    y lo que menos me ha gustado ha sido cuando la panaderia va mal.
    ¡Pero esta muy bien!

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  2. Hola soy Sandra Clemente
    lo que mas me ha gustado ha sido cuando encuentra el tesoro en la isla...con el cual pudieron salvar la panaderia.
    lo que menos me ha gustado ha sido cuando la panaderia iba mal y tenian que pagar muchos impuestos.
    pero en general...¡Esta muy bien!

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