domingo, 9 de enero de 2011

EL botellón del mapache. Ángela Macián.


El mapache ha pensado hacer un botellón en el parque de la constitución, pero Juanfran el ratón y sus amigos los ratones no están muy seguros de ir.- ¿Y si nos pillan la poli?- piensan continuamente, también han pensado en todo lo que dicen en las noticias y ellos saben que no está bien, pero por otra parte quieren ir porque piensan que eso les ayudará a ser populares.El mapache es el animal más malo de todo el instituto, todos le tienen algo de miedo, todos menos Julito, la tortuga, que es el animal más tranquilo del instituto, vamos, todo lo contrario al mapache.Un día, Julito, fue a visitar al mapache. Juanfran lo vio entrar y por saber algo más se asomó a la ventana, desde allí observó, que el mapache le ofrecía galletas de chocolate y un zumo de melocotón.-¿Pero, como puede ser? Si se llevan fatal. – se preguntó Julito.-¡Si son agua y aceite!- se sorprendía continuamente. Volvió a mirar y, ¡se estaban dando un abrazo! Juanfran estaba alucinando, cada cosa que pasaba le hacía abrir más la boca. Al final se decidió a tocar a la puerta y entrar, pero en ese momento Julito y el mapache se levantaban de la mesa y se dirigían a la puerta, Juanfran se tiró corriendo a los arbustos.-Los seguiré- pensó Juanfran.Con sigilo se fue acercando poco a poco a ellos hasta que cogió a Julito por la espalda.-¿Pero qué haces?, ¿Por qué me agarras?-pregunto Julito. -Yo solo quiero averiguar, ¿Qué haces con el?- dijo Juanfran.-Eso no es asunto tuyo, además yo puedo ir con quien quiera si es mi amigo y aunque seamos diferentes por fuera tenemos, muchas cosas en común por dentro- dijo el mapache.-Nosotros lo ocultábamos porque sabíamos que nos iban a hacer este tipo de preguntas incómodas, pero ahora se ha acabado, nos va a dar igual, que nos digan lo que quieran, somos amigos y ya está –continuó Julito.-Vaya, lo siento, creo que me he comportado fatal, ¿me podéis perdonar?- pregunto Juanfran.-Te perdonamos, pero prométenos que no te entrometerás entre nosotros ni entre nadie ¿prometido?-preguntó Julito.-Prometido-asintió Juanfran con las lágrimas en los ojos.-Al final, ¿ se hace el botellón?- preguntó Juanfran.Tanto como el mapache y la tortuga asintieron. Estuvieron toda la tarde planeándolo, hasta que al fin, llegó la noche. Todos acudieron al botellón, pasó media noche y todo fue fiesta, hasta que a las doce y media se escucharon unas sirenas, ¡era la policía!, todos corrieron asustados entre los matorrales. Por suerte nadie acabó en un reformatorio, pero todos los padres tuvieron que pagar una multa de mil euros y acceder a que sus hijos hicieran trabajos sociales.Mientras Julito, el mapache y Juanfan limpiaban pintadas en las paredes, juraron no hacer nunca más un botellón.Los tres se dieron la mano y continuaron limpiando las pintadas.Un señor mayor que pasaba por allí les dijo:-Esto os pasa por no pensar en las cosas malas. Cuando tenemos un plan, pensamos en las cosas buenas pero no en las malas que son las más importantes y que pueden fastidiar el resto de tu vida, como las drogas, el alcohol…

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