jueves, 6 de enero de 2011

EL zapatero y la Cenicienta. Cristina Marín.


Había una vez un zapatero que era tan pobre que sólo le quedaba cuero para hacer un par de zapatos. Cortó con mucho cuidado y con todo el mimo el cuero y dejó todo preparado para coser los zapatos cuando amaneciera. Durante la noche entró en la zapatería el Hada, que al ver que estaba todo preparado para hacer los zapatos decidió terminarlos con el cuero que dejó preparado el zapatero, pero además tocó con su varita mágica los zapatos y los convirtió en unos preciosos zapatitos de cristal. El zapatero se quedó muy sorprendido cuando a la mañana siguiente vio que los zapatos eran de cristal. Emocionado porque eran los más bonitos que había visto en su vida, los puso en el escaparate pensando en venderlos por mucho dinero y así poder comprar suficiente cuero para hacer más zapatos. Por la tarde Cenicienta, que iba a hacer la compra que le había ordenado su malvada madrastra y sus hermanastras, que la obligaban a realizar todas las tareas más duras de la casa y siempre llevaba harapos y ropa vieja, se quedó perpleja en el escaparate mirando los zapatos tan bonitos. Entonces pasó un pregonero por la misma calle que invitaba a las jóvenes a una gran fiesta que celebraba el Príncipe en su palacio. Viendo el zapatero la tristeza que envolvía a la bella Cenicienta que no podría ir a la fiesta por no tener que ponerse para estar guapa, le regaló los zapatos.Cenicienta muy contenta y agradecida por el regalo regresó a casa y se puso a buscar telas para coser un vestido adecuado para ir a la fiesta. La madrastra le prohibió ir a la fiesta y le ordenó que cosiera los vestidos de sus hermanastras que se fueron muy contentas. Cenicienta quedó muy triste pero de pronto apareció el Hada Madrina y le dijo que podía ir a la fiesta y además sería la más bella del baile. Para eso con su varita mágica le hizo un vestido nuevo y una elegante carroza tirada por caballos. Cuando apareció en el baile todos se quedaron asombrados de su belleza y el Príncipe se enamoró de ella y le pidió que se casara con él. A partir de entonces le compraban al zapatero todo el calzado del Reino y este dejó de ser pobre.

3 comentarios:

  1. Hola Cristina, soy Mara.
    Me ha gustado mucho la mezcla de los dos cuentos.
    Lo que menos me ha gustado ha sido, es cuando Cenicienta se pone triste, pero es parte del cuento.

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  2. Hola cristina soy Sandra Clenente Andrés.
    Lo que más me ha gustado ha sido como has mezclado los dos cuentos de manera que cuadren bien,y que el zapatero gracias a cenicienta... dejó de ser pobre.
    Lo que menos me ha gustado ha sido que cenicienta sigue aguantando a sus hermanastras y que ella sigue siendo la criada.
    Pero esta muy bien planteado

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  3. Hola soy Marta Olcina.
    Me a gustado mucho la actitud del zapatero cuando le regalaba los zapatos a la cenicienta siendo que el necesitaba el dinero de los zapatos.

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