domingo, 9 de enero de 2011

Elogio de la carrera lenta. Guille Gago


Érase una vez un pueblo que se llamaba Hamelín, y una tortuga que era muy lenta y que nunca había participado en una carrera. Una liebre le propuso hacer una carrera en el bosque.

Y dijo la tortuga:

- Vale.

Y dijo una tortuga muy vieja: pero tened cuidado con el flautista de Hamelín, os atraerá con su dulce música y os llevará al río y moriréis ahogados.

- Dijo la liebre ¿porque nos hará eso?

La tortuga vieja dijo:

-Porque hace muchos años cuando yo era muy joven, millones de ratas invadieron nuestro poblado y el alcalde llamó a un flautista muy famoso, y dijo el flautista que si se las llevaba del pueblo le daría su recompensa, que eran mil oros. Y tocó su flauta y los ratones le siguieron .El flautista se llevó a los ratones al río y se ahogaron. El alcalde no le dio las monedas que habían acordado por que creía que cualquiera lo podía hacer. Y a la mañana siguiente los niños no estaban porque se los había llevado a una cueva y nunca nadie los ha vuelto a ver.

A la mañana siguiente era la carrera. Cuando empezó, la liebre corrió un montón y la tortuga iba muy lenta y llevaba una bolsa de mil oros. Y la liebre, cuando casi había llegado a la meta, una dulce música atrajo a la liebre y era el flautista de Hamelín y se llevó a la liebre.
Pasó mucho tiempo y la tortuga estaba en la meta, y oyó una dulce música y la tortuga siguió hacia adelante y ganó.
La liebre no estaba y siguió un camino donde había huellas de liebre y llegó a una cueva que estaba cerrada por una piedra, y la tortuga dejó la bolsa de mil oros en la puerta. Cuando llegó al pueblo, se dio la vuelta y vio como se acercaban la liebre, los niños y muchos animales que estaban encerrados allí.
Fueron felices y comieron perdices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario