domingo, 9 de enero de 2011

Ampliar y reducir. Emelin Villanueva.


¿Quién quiere comprar Estocolmo?
En Asturias en concreto en un pueblecillo de montaña había un pequeño pero bonito mercado en el que vendían todo tipo de cosas que puedas imaginar .El barbero de la ciudad era un hombre alto delgado y no muy agraciado ya que sus cejas parecían la selva y de sus orejas aparecían uno pelitos como curioseando lo que hay en el exterior y unos dientes amarillos casi negros de tanto fumar en su vieja pipa y aunque era barbero parecía que nunca se hubiera cortado la barba ya que le llegaba al ombligo, todas las tardes después de cerrar la barbería salía y daba una vuelta por el pequeño mercado para distraerse un poco, no solía comprar nada pero una tarde vio un nuevo puesto en el que había un hombrecillo gordito , pequeñito con gorra ,chanclas un jersey y sin chaqueta cosa rara ya que en enero no hace calor en Asturias, el barbero se acercó y al ver unas fotos de ciudades y demás utensilios pregunto cuánto costaba aquella preciosa foto de Estocolmo de noche con sus calles iluminadas, pues creyó que vendía entre otras cosas fotos, pero cuando el hombrecillo respondió que esas bellísimas fotos que colgaban de la pared eran las fotos de las ciudades que vendía , el barbero se quedó sorprendido pero no podía quitarse de la mente aquella hermosa foto de Estocolmo entonces le pregunto al hombrecillo si no podía venderle aquella hermosa foto el hombrecillo le dijo que la foto iba con la ciudad , el barbero pensó que una ciudad seria carísima entonces por curiosidad le preguntó al hombrecillo lo que costaba y el hombrecillo le dijo que estaba de suerte ya que estaba en rebajas de enero y Estocolmo estaba tirada de precio, el barbero insistió preguntando por el precio y el hombrecillo le dijo que le había caído bien y se la dejaba por 2000€, pero que no contaba el transporte ,el barbero sin pensarlo se fue al banco sacó el dinero y la compró, corriendo fue al aeropuerto y se fue a ver su ciudad. Cuando el avión aterrizo , Salió corriendo pero cuando vio que había un montón de gente empezó a gritar diciendo que se fueran de su ciudad, nadie lo entendía, él pensaba que había hecho una buena compra entonces se dio cuenta del error que había cometido, pues una ciudad no se puede comprar ,se fue y regresó a Italia para recuperar su dinero pero el hombrecillo había desaparecido, entonces aprendió la lección ya nunca le ocurrirá nada parecido
El tiovivo
Un tiovivo viejo llego a una ciudad, a los niños les encantaba no querían ir a ningún otro sitio, un día un ancianito subió y mientras el tiovivo daba vueltas, el ancianito vio como empezó a volar el tiovivo, a son de un feo chachachá y a viajar por todo el mundo. Cuando el tiovivo paró el ancianito sorprendido bajo y empezó a intentar hallar una explicación, pero decidió no contarle jamás a nadie lo sucedido por miedo de que se burlaran de él y no le creyeran

1 comentario: