viernes, 31 de diciembre de 2010

Pegamento. Lucía Marín.


Érase una vez en un castillo donde vivían muchas princesas: la cenicienta, la sirenita, Blancanieves... etc.
Un día muy tranquilo apareció un gigante con una tortuga y una liebre. La liebre y la tortuga empezaron a correr y el gigante cogió todas las flores del jardín para su querida esposa.
De repente aparecieron tres cerditos construyendo tres casitas, pero el lobo no les dejaba trabajar porque él ya había construido su casa.
Una de las princesas lleno todas las habitaciones de pegamento y cuando se fueron a dormir las demás, se quedaron pegadas a la cama con sus melenas. La princesa más pija de todas, grito tanto que destrozó las casitas de los tres cerditos. La princesa más llorona, lloró tanto que ya no podía sonreír más. La princesa más atrevida cogió un cuchillo y empezó a cortar el pegamento. La princesa más payasa se puso a contarle chistes al gigante y éste, tiró todas las flores por el jardín. La princesa más dormilona se quedó dormida y ya está, porque solo necesita una cama y es feliz. La princesa más acuática como tenía la cama de agua el pegamento no hacía su efecto, pero en el de la princesa con más zapatos de cristal, los zapatos no se le caían, al contrario, no se los podía quitar. Al final la princesa más atrevida fue a todas las habitaciones de sus amigas para salvarlas. Primero fue a la habitación de la princesa más pija y como estaba desmayada del grito que pegó aprovecho para cortar el pegamento. En la habitación de la princesa más llorona de las lágrimas que desprendían sus ojos se soltó el pegamento de su cuerpo. En la habitación de la princesa más payasa, como estaba en el jardín con el gigante, no le llego el pegamento. En la habitación de la princesa más dormilona, la princesa más atrevida fue a ayudarla, tubo que venir un príncipe de un pueblo muy chiquitín para darle un beso en los labios y a si la princesa se despertó. En la habitación de la princesa con más zapatos de cristal, la princesa más atrevida cortó el pegamento con una sierra de lo duro que estaba.
Como la princesa payasa había tirado las flores del gigante le ayudó a recoger otro ramo de flores y le convenció para que fuera a buscar a su esposa para ir a la fiesta. Como la princesa más pija destruyó las tres casitas de los cerditos, el lobo los dejó vivir en su casa de ladrillo a prueba de gritos. Las princesas como ya estaban despiertas y liberadas del pegamento, se fueron a buscar al gigante, a los tres cerditos, al lobo, a la liebre y a la tortuga. Al final hicieron una fiesta a lo grande y fueron felices y comieron ensalada de brócoli y hamburguesa de tofu porque eran vegetarianos y bebieron refrescos light porque no querían engordar.

El mosntruo de la montaña. Pascual Sierra.


Érase una vez un pueblo muy pequeño, donde vivía Mikel un niño muy travieso, pegaba a los niños, rompía las cosas de los demás, se portaba mal. Sus padres estaban enfadados con el por su actitud.
A si que contrataron a un experto en niños, se llamaba Manuel. Manuel era un sicólogo experto en niños. A si que fue a hablar con Mikel, pero no pudo hacer nada allí en su casa, decidió llevárselo a un internado, sus padres aceptaron cuando el sicólogo se lo preguntó, lo que no sabían es que Mikel estaba escuchando. Mikel se escapó y fue a la montaña más alta del pueblo.
Allí hacia mucho frío y no se veía nada, pero Mikel siguió subiendo la montaña, calló al suelo de cansancio, cuando se fue a levantar unos metros mas arriba, vió una luz amarillenta.
Cuanto más se acercaba mas se veía, al final encontró una cueva, allí se encontraba la luz, se oían ruidos extraños, Mikel tenia mucho miedo por la historia que contaba en el pueblo de que vivía un monstruo, en la cima de la montaña dentro de una cueva enorme.
Vió una sombra enorme, que era el monstruo, Mikel le dijo suplicando que no se lo comiera, lo que Mikel no sabía era que el monstruo era bueno. Así que el monstruo trazo un plan, pensó que haciéndose el malo Mikel le haría caso.
A si que el monstruo dijo: No te comeré, con una condición.
Mikel le dio las gracias por no comérselo. Pero Mikel dijo:
¿Cuál es la condición?, el monstruo le dijo que tenia que ser bueno.
Mikel respondió que si, y corriendo volvió al poblado, a su casa . Sus padres le abrazaron muy fuerte y se alegraron de que volviera.
Mikel les dijo:
Apartir de ahora me pórtate bien. Sus padres le creyeron y así fue, se portó bien y no fue al campamento. Estaba alegre y por fin hizo amigos, tenía una vida buena y así fue para siempre.

Los tres cerditos. Vicente Budi


En el tercer piso de 13 Rue del Arenque vivían tres cerditos que eran hermanos. El acreedor siempre andaba persiguiéndoles para hacerles pagar el alquiler. Para escapar de él, los cerditos decidieron hacerse una casa en el bosque. El pequeño la hizo de paja, para acabar antes y poderse ir al bar.El mediano construyó una casita de “robín puro”. Al ver que su hermano pequeño había terminado ya, se dio prisa para irse al bar con él. El mayor trabajaba en su casa de cemento, iba paso a paso dibujaba los planos, preparaba material, mientras sus hermanos ya estaban cerrando bares.- Ya veréis lo que os embargará el acreedor con vuestras casas- riñó a sus hermanos mientras éstos se lo pasaban en grande.Pero el acreedor, siguiendo el rastro de las facturas sin cobrar los encontró cerca de sus casas, en el bar “Campos”. Los cerditos al verlo huyeron a sus casas. El pequeño entró en su casa de paja y para tranquilizarse se fumó un cigarrillo pero justo por eso la paja se quemó y murió.El segundo al tropezarse y golpearse con su casa de robín se hizo un corte que se llenó de “veneno amasao” y se murió también.El mayor había terminado su casa cuando vio al acreedor. Entró rápidamente en su casa y esperó allí viendo la tele, después de atrancar la puerta y bajar las persianas. El acreedor saltó lo plomos de la casa haciendo así que se apagara la tele y que saliera el cerdito. Al salir el cerdito, el acreedor le hizo pagar lo que debía de los alquileres.

 ¿Quien quiere comprar la ciudad de Estocolmo? Tania Martínez


Había una vez un pequeño pueblo en el que vivía un hombre que se sentía honrado por su trabajo. Decía que podía vender todo lo que la gente quisiera. Un día llego una pobre mujer que era muy sincera.
Ella le dijo:
-¿Tienes un balón para mis hijos?
El buen hombre le respondió:
- Claro que tengo un balón.
La mujer recibió el balón y sus hijos fueron felices por el momento.
Aquel día el barbero del pueblo se acerco al mercado de pueblo. Entonces vio al pequeño comerciante.
El barbero le pregunto:
-Que cosas tienes para vender.
El hombre del mercado respondió.
-Tengo de todo.
El barbero sorprendido le dijo:
- Quiero un cuadro en buen estado, una cartera para guardar todo mi dinero, un coche de juguete para su hijo, una sartén para mi mujer y para sus hijas una radio con la que pudieran escuchar música.
El comerciante estaba contento ya que le habían comprado. El barbero le dio todo el dinero que le debía por el cuadro, la cartera, el coche de juguete, la sartén y la radio.
El barbero le pregunto:
-¿Vendes ciudades?
El comerciante le dijo:
-Si.
El barbero le respondió:
-Quiero Estocolmo
El comerciante le vendió la ciudad.
Una mujer que pasaba por el mercado le dijo:
-Señor barbero, está loco.
Pero el barbero le dijo:
-Para locas ya esta usted.
Al día siguiente el barbero todo ilusionado por su compra se fue a Estocolmo.
El barbero le decía a la gente:
-Yo soy vuestro rey, he comprado Estocolmo.
Los habitantes de allí murmuraban:
-Ese no está bien, está loco.
El barbero fue al ayuntamiento de la ciudad.
Le dijo al alcalde:
-Señor Estocolmo es mía.
El ayudante del alcalde le dijo:
-Perdone pero el comerciante al que usted le ha comprado le ha mentido porque las ciudades no se pueden vender. Ni toda la gente de la ciudad.
El barbero por fin reconoció que aquel comerciante le había mentido.
El barbero se despidió del ayudante.
-Adiós y gracias por haberme hecho recapacitar.
El barbero se fue rápidamente a su pueblo para hablar con el comerciante y que le devolviera todo el dinero que le había cobrado por la ciudad.
En cuanto llego al mercado le dijo al comerciante:
-Quiero todo el dinero que te he pagado por la ciudad.
El comerciante empezó a reírse.
El hombre le dijo:
-No te pienso dar ni un solo céntimo por la ciudad, la compraste. Ahora te la quedas,no te daré el dinero jamas.
El barbero le dijo:
-Pues yo no quiero la ciudad, te lo digo en serio, te vas a quedar con tu ciudad. Mañana volveré y al otro si hace falta, pero al final me darás todo mi dinero.
El comerciante le respondió:
-Ya veremos.
Al día siguiente el barbero estuvo allí como lo prometió y al otro también. Pero algo cambio ese día.
El comerciante le dijo:
-Toma tu dinero,eres un pesado y no me vuelvas a marear más por lo de la ciudad.
El barbero por fin tenía el dinero aunque no lo necesitaba por que el barbero era rico se sentía mejor sabiendo que le habían dado todo el dinero del timo.

Caperucita Roja , el Gato con Botas y Rapunzel. Regina Silvestre.



Un día caperucita iba caminando alegremente por el bosque. Caperucita quería ir a casa de su abuelita a llevarle miel, galletitas y bizcocho para que se pusiera buena. Su madre le había dicho que siguiera el camino indicado y que no se distrajera. Cuando caperucita se adentró en el bosque, se distrajo cogiendo flores y de momento apareció el gato con botas y le dijo:
- ¿A dónde vas caperucita?
- A casa de mi abuelita que está enferma y le llevo galletitas, miel y bizcocho.
- ¿Y porque no vas por este caminito que es más corto?
- Mi mama me ha dicho que siga este camino.
- Pero vamos a ver quien llega antes a casa de tu abuelita ¿vale?
- Vale, hasta luego.
El gato con botas iba a tomar un atajo, pero como estaba tan contento de que se iba a comer a la abuelita y a caperucita se equivocó de camino.
Al llegar al final del camino se encontró con la torre de la princesa Rapunzel. El gato con botas, al oír aquella voz tan dulce y encantadora se enamoró de la princesa. El gato al ver que no podía subir a la torre se quedó allí pensando cómo podía subir. En ese momento desde lo alto de la torre callo algo muy largo. El gato con botas miro hacia arriba y se dio cuenta de que era el larguísimo pelo de la princesa Rapunzel. El gato con botas sin pensarlo dos veces trepo por el pelo de la princesa. Al entrar por la ventana de la torre Rapunzel de quedo un poco paralizada por que ella esperaba que fuera un príncipe y por lo menos un humano. El gato al verla tan paralizada le dijo:
- Bueno no me vas a dar un beso.
- Escuche don gato, no me quiero casar contigo. Yo quiero casarme con un príncipe.
- Ya sé lo que estás pensando ¿Cómo me voy a casar con un gato? Pero lo que importa no es lo de fuera si no lo de dentro.
- Ya pero yo quiero a un príncipe no a un gato.
- Esta bien lo que tú quieras
El gato bajó de la torre y se fue triste.
Al final del cuento a caperucita y a la abuela no se las comió el gato, el gato con botas se casa con una hermosa gatita y Rapunzel…
Bueno pues Rapunzel tuvo que ir de charca en charca besando a todas los sapos que encontraba para que se convirtieran en príncipe.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

jueves, 30 de diciembre de 2010

En la dehesa de Algar.Gabriel Molina.


En la dehesa de Algar, todos los animales iban llegando a la escuela poco a poco mientras el profesor los esperaba. Primero siempre llegaban el toro y la abeja y cinco minutos más tarde el oso y el choto. El oso siempre se reía de la abeja porque no aprendía leer y los demás sí, todos iban pasando cursos y la pobre abeja repetía curso. El profesor se dio cuenta de que la abeja necesitaba gafas, y un poco más de atención. La abeja poco a poco fue aprendiendo a leer y no sólo eso, si no también los cursos que había repetido los iba recuperando. El choto se dedicaba a seguirle la corriente a el oso, y los dos se dedicaban a jugar a la Play o a la Wii, mientras que la abeja y el toro en su tiempo libre hacían los deberes, estudiaban y se ayudaban mutuamente. Como la abeja ya había aprendido a leer, el choto y el oso, se burlaban de las notas que sacaba, y no se daban cuenta de que las suyas eran peores. Mientras, el toro pasaba desapercibido, lo único que hacía era sacar buenas notas y intentar ayudar a la pobre abeja. Llegó el día del examen y el toro y la abeja, como habían estudiado, más o menos se lo sabían y el choto y el oso, como se pasaban los días jugando a la Play, ni se acordaron de que había examen. Al final de curso se repartieron los boletines de notas y el toro y la abeja pasaron de curso, y los otros dos les tocó repetir curso.

MORALEJA: No hay que menospreciar a nadie.

Caperucita fashión. Hugo Marín



Había una vez una chica que vivía en la montaña muy alejada de la ciudad. Cerca de su casa había un gran bosque que conducía a la ciudad pero sus padres no la dejaban ir sola. Por lo tanto, se pasaba muchas horas paseando por el bosque aburrido, muy, muy aburrida, soñando que era famosa y salía en la portada de la revista Super Pop.
Un día se le ocurrió ir al desván de su casa, donde guardaba cuentos infantiles y un montón de juguetes de su infancia. Le llamó mucho la atención un libro titulado:”Caperucita Roja” y pensó: Mira esta pringada. ¿Cómo es posible que con una simple caperuza roja se haya hecho famosa en todo el mundo? ¡Y yo aquí muerta de aburrimiento! ¡Esto no puede seguir así, quiero ser famosa y empezaré por cambiarme el nombre! ¡No se le podría haber ocurrido un nombre mas chungo a mi madre que…”Asunción”! ¡Me da repelús solo de pensarlo! ¡A partir de hoy me llamaré Fashunción… noooooo, que tontería mas gorda, tengo que inventarme un nombre que no suene a friki. Mmmm, ¿que tal Susi? No, demasiado visto. Tiene que ser un nombre original y único en el mundo. ¡Ya lo tengo! Si el nombre de Caperucita Roja ha tenido tantísimo éxito mundialmente ¿porque no me baso yo en ese nombre para crear otro similar? ¡¡¡Ya lo tengo!!! ¡¡¡Caperucita Fashion!!! ¡Y como es larguísimo de la muerte lo abreviare un poquito…¡Su-si-fash! Aunque suene un poco a helado me gusta mas que A-sun-ción ¡Ya tengo el nombre, ahora necesito la vestimenta!
-¡¡¡Mamaaaaaaaaa!!! ¡¡¡Hazme una capa con las cortinas de Hello Kitty!!!
Al día siguiente, Susifash se probó su nueva capa supermegafashion. Era una capa de tela color rosa y con un estampado de Hello Kitty. Además, para demostrar su identidad al mundo de la moda le pidió también a su madre que le bordara el nombre de Susifash en la espalda. Pero tenía un pequeño problema. ¿Qué importancia tenía llevar una capa de Hello Kitty y con su nuevo nombre bordado en la espalda si no podía ir a la ciudad y lucirla? Su madre no la dejaría y tenía que conseguirlo como fuese.
-Mama, por favor, tienes que dejarme salir a la ciudad para enseñar esta capa tan chula que me has hecho a mis amigas del insti. Ya creo que soy lo suficientemente mayor e independiente como para salir a ver mundo, y te juro por la Kitty que a las ocho en punto estaré aquí.
-Vale, confiaré en ti. Pero como a los ocho en punto no estés aquí no te dejaré salir a la ciudad nunca mas, ¿entendido?
-¡Entendido mama! Y gracias por todo.
Susifash salió de casa a las tres en punto y les envió un mensaje por el móvil a sus amigas avisándolas de que iba a ir a la ciudad. Estaba tan nerviosa que le temblaban las piernas.
Al cabo de media hora Susifash llegó a la ciudad y se reunió con sus amigas en la puerta del instituto. A las amigas les encantó la nueva capa de su amiga:
-¡Que capa tan wapa, es lo más!
-¡Que passadaaa!
Se fueron al quiosco a comprarse un helado, pasearon por el parque, se encontraron con unos “amigos” a los que Susifash alucinó con su capa y se fueron todos juntos a la fiesta de cumpleaños de su amiga Laura.
Se lo pasó como nunca, se rieron, se hicieron fotos, bailaron, jugaron a “la botella”, comieron tarta… y repitieron. ¡Una pena que ya fueran las 7:30 y tuviera que volver a casa… ahora que estaba “en su salsa”. Susifash se despidió de sus amigas y quedó para el día siguiente.
Ya estaba empezando a anochecer y si no volvía a la hora acordada ya podía ir despidiéndose de ir a la ciudad. Mientras ella iba caminando y pensando en sus asuntos se oyó un ruido, después crujió una rama y finalmente una voz le dijo:
-¿Dónde vas Caperucita?
De pronto un lobo con unos colmillos enormes apareció delante de ella.
-”A casa de mi abuelita”- contesto dulce y sumisamente.
Al cabo de unos segundos, Susifash se puso en jarras y le contestó al lobo:
-¿Y a ti que te importa, lobo cotilla? ¿Acaso crees que este es el cuento de “Caperucita Roja”? ¡Lárgate y no metas el hocico donde no te llaman!
En ese momento, el lobo abrió la boca enseñando sus enormes colmillos e intentó atacar a Susifash. Esta, como defensa, se le ocurrió la gran idea de darle una patada con todas sus fuerzas en una parte del cuerpo tan, tan dolorosa que en este momento no me gustaría ni siquiera mencionarla. El lobo cayó al suelo sumamente endolorido y gimiendo como un caniche y le preguntó:
-¿Pero estas majareta? ¡Menuda patada que me has dado!¡¡¡Pero si no te iba a hacer daño, tan solo quería ser famoso como el lobo de Caperucita Roja!!! ¡El único problema es que soy un desgraciado y nunca tengo la gran fortuna de encontrarme con Caperucita Roja!¡¡¡Y por una vez en mi vida que se me presenta la oportunidad vas tu y me la estropeas!!!
-¡Ey! ¡Tranquilito, vale! ¡Tú no sabes lo que es ir andando por un bosque a las ocho menos cuarto de la noche y encontrarte con un lobo que “simula” atacarte! ¡Si lo que de verdad deseas en esta vida es ser famoso has acudido a la chica indicada! ¡Yo también quiero ser famosa en todo el mundo como Caperucita Roja! ¿Sabes lo que eso significa? ¡Juntos formaremos el equipo ideal y seremos reconocidos en todo el mundo como “Caperucita Fashion y el lobo pibón! ¿Estás de acuerdo conmigo?
-Totalmente, pero ya te lo he dicho antes: ¡¡¡Yo no quiero ser el lobo pibón, quiero ser el lobo feroz!!!
-¡He dicho el lobo pibón y punto pelota! A partir de hoy serás un lobo amable y educado en vez de un lobo temible y avaricioso. ¿Entendido?
-Entendido.
-¡Muy bien! Nos vemos mañana a las tres de la tarde en este mismo punto, ahora tengo que irme. ¡Que pases una buena noche!
-¡Igualmente!
Susifash siguió el camino de vuelta a casa y el “lobo pibón” se metió dentro de unos matorrales.
-¿Cómo te ha ido, bomboncito mío?-preguntó la madre de Susifash a la que esta llegó a casa.
- ¡No lo sabes tú bien mama!, ¡no lo sabes tú bien!-contestó Susifash con una sonrisa pícara.
Al día siguiente, Susifash se levantó de muy buen humor. A la que se dirigió al armario, aparte de sacar su ropa y la capa de Hello Kitty sacó un traje de lo más elegante acompañado de una corbata y un bonito sombrero de cuero. También sacó colonia para hombre y un peine. Todo esto lo hecho en su bolso de Hello Kitty viajero y estuvo todo el día en casa hasta que se hicieron las tres de la tarde. Susifash se despidió de su madre y partió hacia el tramo de bosque en el que había quedado con el lobo.
Cuando estos dos se encontraron, Susifash le dijo:
-Prepárate lobo, porque te voy a dejar de lo más pibón.
Susifash lo vistió, lo peino y le puso colonia por todo el cuerpo (incluyendo una pequeña ducha en el río con gel y champú ya que el lobo olía que apestaba)
Al cabo de media hora el lobo estaba elegante a rabiar con su atuendo, su sombrero que dentro ocultaba un bonito peinado, su corbata y medio frasco de colonia que Susifash había utilizado para que el lobo pibón no oliera a “agua de pantano”. Una vez todo listo, Susifash (ahora Caperucita Fashion) miró el reloj y vió que iban con 15 minutos de retraso, así que cogió al lobo de la mano y se lo llevó corriendo por el bosque.
Estuvieron corriendo todo el camino hasta que llegaron a la ciudad más pronto de lo que tenían pensado. Susifash llevó al lobo con sus amigas que la estaban esperando, como siempre, en la puerta del instituto.
-¡Hola chicas! ¡Mirar, este es mi amigo, el lobo pibón! ¡Saludarlo!
-¡¡¡Hola lobo pibooooooooon!!!
El “lobo pibón” se tapó los oídos debido a aquel chillido colectivo pero se los destapó cuando vio que Susifash le daba un codazo en las costillas. Acto seguido el lobo contesto intentando ser lo más amable posible.
-Hola a vosotras también.
Las amigas de Susifash se quedaron un poco extrañadas ante aquella respuesta tan “áspera” y Susifash les dijo intentando disimular:
-¡Esto, chicas! ¡Al lobo pibón le apetece un helado de chocolate! ¡Claro, como nunca los ha probado! ¡Es lógico! Ja, ja, ja.
Disimuladamente Susifash cogió al lobo de la oreja con todas sus fuerzas y lo hizo desaparecer tras un muro junto a ella.
-¡Ey! ¡Pero que mosca te ha picado! ¡Solo intentaba ser simpático!
-¡Pues perdona que te diga pero lo has clavado!
-¡¡¡Y que iba a hacer si no!!!
-¡Pues algo así como: “Hola señoritas. Vais de lo más guapas.” Y besarles la mano a cada una.
-¡Yo no pienso besarle la mano a nadie y sanseacabó!
-Esta bien “lobo cabezón”, si no quieres aprender por las buenas aprenderás por las malas. A partir de hoy todas las mañanas a las once en punto te quiero en mi casa. Para llegar a ella sigue recto en sentido contrario al camino de la ciudad y en cinco minutos la encontraras. Ahí aprenderás todo lo que necesitaras para ser un caballero.
-¿Cómo? ¿Insinúas que ahora me vas a dar clases particulares?
-Evidentemente. Te espero mañana a las once. Pero ahora vamos con mis amigas e intenta ser lo más educado posible.
El resto del día lo dedicaron, sobre todo, a introducir al lobo pibón en la pandilla de Susifash. Le enseñaron los nombres de todas las chicas por orden alfabético y sus edades de menor a mayor, hablaron de sus gustos y aficiones, de sus comidas favorita, de los chicos del instituto que les gustaban…
Al final del día, Susifash se fue a casa acompañada por el lobo y estos quedaron al día siguiente para empezar sus clases de modales particulares.
Al día siguiente, el lobo fue a casa de Susifash a las once como habían acordado. El lobo pibón se puso una chupa, un sombrero y unas gafas de sol para que la madre de Susifash no sospechara que era un lobo. Susifash le dijo a su madre que tan solo era un amigo suyo de 14 años que venía a su casa a intercambiar música por el móvil. Su madre se lo trago y una vez arriba empezaron las clases. Alrededor de la semana, Susifash le enseño al lobo pibón a ser simpático y agradable con sus amigas. Al principio le costaba un poco, pero al final del mes ya sabía incluso comer con tenedor y cuchillo, masticando 25 veces cada trozo y limpiándose con una servilleta para después doblarla por la mitad.
El lobo pibón ya era uno más de la pandilla. Parecía incluso humano, a decir verdad. Cuando iban a alguna fiesta de cumpleaños, el lobo pibón, si quería repetir tarta lo pedía por favor, y una vez le servían el trozo de tarta, nunca se olvidaba de decir gracias.
La noticia de que existía un lobo que sabía hablar y era educado y servicial se extendió por toda la ciudad y, al cabo de un par de meses, para sorpresa del lobo pibón y de Susifash, se hizo famoso. También Susifash y todas las demás chicas de su pandilla se hicieron famosas, ya que a los reporteros les impresionó mucho que fueran todo el día al lado de un lobo salvaje sin asustarse apenas. Toda la pandilla de Susifash estaba de lo mas ilusionada.¡¡¡Iban a ser famosas!!! Todo iba sobre ruedas hasta que un día mientras iban paseando por una de las calles de la ciudad se encontraron con un hombre bajito y rechoncho que tenía pinta de ser un personaje de lo más importante. Este se acerco y les dijo:
-Hola chicas y chicos- dijo mirando de reojo al lobo pibón- voy a daros una oportunidad con la que arriesgo un dedo de la mano a que no os la vuelven a presentar en vuestra vida, así que pensaros 1000 millones de veces la pregunta antes de contestar- dijo haciendo una larga pausa.
Toda la pandilla de Susifash estaba con la boca abierta esperando oír la pregunta hasta que al fin aquel hombre se decidió a hablar.
-Soy el director de Hollywood y me gustaría preguntaros de corazón si con 13 y 14 años os veis lo suficientemente mayores e independientes como para vivir en la casa de los grandes famosos. ¡Si, habéis oído bien!, soy un director de cine de Hollywood, el sitio más famoso que existe sobre la faz de la Tierra. En fin, ¿Estáis dispuestas a venir? Si lo hacéis podréis ganar 10 millones de euros, es decir, tan solo con acudir voluntariamente ya sacareis algo de dinero.
Susifash y sus amigas estaban temblando de la emoción, y lo peor de todo es que no sabían que hacer. El lobo pibón estaba chorreando sudor y tiritaba los dientes.
-Hollywood es, aparte de la casa de los grandes famosos, una máquina de hacer dinero, como supongo que ya sabréis. Lo que significa que si acudís a Hollywood antes de que pase una semana, ya que es el plazo máximo de tiempo, podréis conseguir todo el dinero que queráis y más. ¡Seréis multimillonarias! Aunque, como no, todas y cada una de vosotras tendréis que firmar este papel que decidirá el resto de vuestras vidas. Ahora decidme, ¿estáis dispuestas a firmar este papel y pertenecer a Hollywood para el resto de vuestras vidas?
Susifash y sus amigas no sabían que contestar. El lobo pibón menos todavía. Susifash, en sus mejores pronósticos, había soñado en salir en la revista Super Pop o salir en la tele de vez en cuando, pero no en pertenecer a Hollywood para siempre.
-Por favor, me gustaría que me dierais vuestra respuesta de forma rápida. Tengo prisa.

Susifash y sus amigas estaban empezando a ponerse nerviosas hasta que el lobo pibón contestó.
-Lo sentimos mucho. No queremos ir a Hollywood.
El hombre se quedo con la cara blanca, a punto de darle un infarto y le preguntó al lobo pibón:
-¿Y eso por qué?
-Porque somos una pandilla de amigos y amigas. Yo cuando me uní a ella también quería ser famoso, pero he descubierto lo que es tener amigas y no lo cambiaría por nada. Ni siquiera por pertenecer a Hollywood. Lo único que conseguiríamos yendo a Hollywood es ir separándonos poco a poco hasta que al final no quede ni un solo miembro en esta pandilla.
-Pero ganareis millones y millones de…
-Lo sentimos mucho señor director. La respuesta es un “no” rotundo e inamovible. No todo en la vida es dinero y más dinero. También hay otros dos valores que son el amor y la amistad que es lo que siento por mis amigas. Además, aunque usted no lo vea, delante de mí tengo un tesoro de valor incalculable. Dentro de el hay tantos lingotes como uno pueda desear.
-¡¿Cómo!? ¡¡¡Donde diablos esta ese tesoro!!! ¡¡¡TIENE QUE SER MIO Y SOLO MIO!!! ¡¡¡Una panda de inútiles de vosotros no me lo va a robar jamás!!!
-Veo que no lo ha entendido bien. Ese tesoro tan valioso del que hablo son mis amigas.
-Ah, ya decía yo que gente de segunda como vosotras tuviera un tesoro con lingotes de oro. En fin, si la respuesta sigue siendo que no, me iré a otra parte a buscar famosos con los que negociar.
-Espere señor director de Hollywood.
-Llámeme señor director a secas.
-En fin, señor director. Antes de que se fuera me gustaría decirle que tiene un síntoma que he detectado en usted desde que vino. Ese síntoma se llama avaricia en el bosque del que yo provengo. Es usted un hombre que está enfermo con el dinero, no puede vivir sin él. Por eso mismo no queremos ir a Hollywood y acabar como usted. Definitivamente esa es nuestra conclusión final.
-Esta bien, me lo habéis dejado bastante claro, la verdad. Habéis desaprovechado una gran oportunidad. Adiós y hasta nunca.
Sin decir nada mas, el director de Hollywood se fue cabizbajo y el lobo pibón se sentó en la acera.
-Has hecho lo correcto, lobo pibón. Estamos orgullosas de ti. No nos hubiera gustado acabar como aquel pobre hombre, la verdad. Nosotras jamás hubiéramos tenido el valor suficiente como para decirle todo lo que tú le has dicho aunque era lo que pensábamos por dentro.
A partir de hoy seremos una pandilla de amigos inseparable y siempre estaremos ahí cuando tú o alguna de nosotras lo necesite.
Acto seguido Susifash, el lobo pibón y sus amigas se abrazaron con todo el amor que tenían dentro e hicieron un juramento para prometer que nunca jamás se separarían.

La princesa fea. Meritxell Chover.


Había una vez una princesa morena muy bella. Un día llegó una bruja que con un conjuro mágico la convirtió en una princesa un poco fea. Ella tras ver lo que le había sucedido se asustó, y llamó corriendo a su madrina. Su madrina le dijo que no era un conjuro cualquiera sino que era un conjuro permanente. La princesa se deprimió más aun de lo que ya estaba. Corrió a contárselo a su padre pero su padre no la reconoció y le dijo: ¡yo no tengo una hija tan fea, mi hija es una princesa morena y esbelta! Los soldados la echaron del palacio. Ella que era una princesa consentida, no sabía cómo apañarse ahí afuera. Preguntó y preguntó, hasta que encontró un trabajo en una pequeña posada como limpiadora. En su primer día le mandaron que limpiara los inodoros. Ella que no sabía cómo limpiarlos, comenzó a llorar y una viejecita que pasaba por allí le preguntó: ¿qué te ocurre jovencita? Ella secándose las lágrimas le respondió: pues que yo soy la princesa de este reino y una bruja me ha hechizado, y ahora mi padre no me reconoce y me ha echado del reino. La viejecita le respondió: no te preocupes, si quieres puedes venir conmigo a mi casa y vivir conmigo, no tengo a nadie y estoy sola. La princesa aceptó, cogió su pequeño maletín y marchó hacia la casa de la viejecita. Cuando llegó allí la viejecita le ofreció de todo; comida, una habitación… Al arreglar sus cosas la viejecita se marchó a comprar y ella mientras se tumbó a dormir. Mientras, en el reino su padre no paraba de buscar a su hija. Desesperado porque se estaba haciendo la hora de comer y ella no aparecía, su padre proclamó por todo el reino que quien la encontrara obtendría una gran recompensa o bien, se podría casar con ella. Todos los jóvenes del reino comenzaron a buscar a la princesa. Un joven llevó al palacio una chica que había visto por la calle, para haber si le daban la recompensa. Pero el rey conocía muy bien a su hija y no hizo caso de lo que el joven decía. Mientras, la princesa despertó de su pequeña siesta, y fue a dar un paseo. Un joven la vio y le preguntó: ¿tú eres la princesa, verdad? Ella respondió: sí. El joven le explicó que su padre estaba preocupado por ella y que estaban ofreciendo una recompensa por ella. El joven le ayudó a llegar al castillo de incógnito para que nadie la descubriera. Cuando llegó le dijo la princesa al rey: papá estoy aquí y no me voy a quitar la capa porque no creerás que soy yo. Su padre le dijo: hija reconozco tu voz y sé que eres tú. Por favor quítate la capa y enseña tu rostro. La princesa al quitarse la capa seguía siendo fea, su padre le preguntó: pero hija, ¿Qué le ha ocurrido a tu bello rostro? La princesa le explicó lo el conjuro y el rey lo comprendió todo. El joven que la había acompañado, era un joven muy valiente y hermoso. El joven le dijo: ¿quieres casarte conmigo? Y la princesa aceptó encantada.
El día de la boda todo era maravilloso y cuando llegó el momento de besar a la novia, la novia cambió por completo volvió a ser bella otra vez. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

La Curiosidad mató al gato. Ángela Mínguez.


Curiosidad era una mujer de cincuenta años, bajita, regordeta, con un andar extraño de pasitos cortos. Su pelo ahuecado y siempre tintado de rojo chillón llamaba la atención, sus labios eran gruesos y siempre pintados, es decir, Curiosidad nunca pasaba desapercibida.
Ella tenía un carácter muy superficial y extravagante. Siempre había tenido una manía: era muy supersticiosa.
Aquel día tenía una entrevista de trabajo muy importante y se había levantado con el pie izquierdo y… ¡qué casualidad! ¡Era martes y 13!
Antes de salir de casa para dirigirse a la entrevista, realizó todo tipo de rituales. Leyó el horóscopo que le predecía un día inolvidable y a continuación, metió todos sus amuletos de la suerte en sus bolsillos (su trébol de cuatro hojas en el bolsillo izquierdo y su herradura en el derecho) y se colgó del cuello su escarabajo egipcio de la suerte. Después cogió su coche no sin antes esquivar una escalera que había apoyada en la pared.
Al llegar a un cruce… ¡el colmo de la mala suerte! ¡Un gato negro comenzó a cruzar la calle! ¡Qué inoportuno! Algo en la otra acera había despertado la curiosidad del animal. Un escalofrío recorrió todo el cuerpo de la mujer y dudó por un breve instante ¿aceleraba o pisaba el freno? Aceleraría para perderlo antes de vista pero… el gato, sin dejar de mirar la acera de enfrente, cruzó y se metió debajo de las ruedas del coche y Curiosidad, muerta de miedo, miró por el espejo retrovisor y pensó: “El bicho repelente, ni se mueve… ¡Para que luego digan que siete vidas tiene un gato!” Y así fue como la Curiosidad mató al gato.
Aquel día el gato Negro se despertó a las 8h. para iniciar su ritual de estiramientos felinos, se limpió todas las partes de su cuerpo empezando por sus largos bigotes, siguió con sus delicadas patas y terminó por su hermosa cola. En ese momento recordó que tenía que visitar a su tía Felisa y se dirigió a la calle.
En un cruce , algo despertó su curiosidad felina y cuando se dispuso a cruzar, escuchó el ruido de un coche muy cerca, demasiado cerca, sintió que ya era tarde y… algo lo golpeó. Y así fue como la curiosidad mató al gato.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Los ratones poco trabajadores. María Orduña.


Un día en un pequeño pueblecito de ratones, había unos cuantos poco trabajadores, siempre dejaban las cosas para el día siguiente y todas las noches venían unos pequeños elfos que hacían el trabajo que se habían dejado los ratones por hacer ese día.Un día los ratones perezosos empezaron a hacer un puente para pasar de un lado al otro del pequeño río, se lo dejaron a medias y los elfos lo terminaron, cuando se levantaron al día siguiente vieron que estaba acabado y pensaron que lo habían acabado ellos (los ratones tienen poca memoria).Durante ese día empezaron a construir una madriguera nueva donde refugiarse del gato que iba por allí, confiados de que aún faltaban días para que llegara, porque se acercaba por allí cada mes, dejaron la madriguera para el día siguiente, ya que era muy cansado.Se hizo de noche y los elfos no acudieron ya que era 24 de Diciembre y estaban ayudando a Papa Noel.Al día siguiente se levantaron y a la hora del mercado semanal llegó el gato, todos corrieron hacia la madriguera, pero no estaba acabada y había un agujero por detrás, donde cabía el hocico del gato, se metieron en la madriguera y un ratón que estaba al lado del agujero se puso a gritar que no estaba cerrado y el gato estaba allí, no le hicieron caso y se lo comió. El gato se fue y todos salieron, los padres del ratón que se llevó el gato, no paraban de buscarlo entonces un ratón muy sabio del pueblo les dijo que los trabajadores del pueblo no acabaron la madriguera y el gato se llevó a su hijo, fueron miraron y así fue, estaba abierta.Desde entonces los ratones trabajadores nunca dejaron una cosa de hoy para mañana, así fue como los elfos se jubilaron.

MORALEJA: No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.

martes, 28 de diciembre de 2010

EL cuadro de cristal. Miguel Latorre.


Picasso estaba pensando un cuadro para pintar, quería uno diferente, no como esos típicos cuadros de los demás pintores, uno especial, que lo caracterizara. No se le ocurría ninguna manera de hacerlo. ¿Qué iba a dibujar que no fueran rostros o cuerpos de personas lo más perfectos posible? ¿Qué iba a pintar que no fuera algo real, o si se puede decir, ‘’normal’’? Estuvo observando otros cuadros, para ayudarse a encontrar otra forma de pintar, pero no obtuvo nada. Recorrió muchísimos museos, pero… nada.

Una noche, esas noches en las que él se ponía a pintar, se sintió furioso, cansado de buscar lo que quería sin obtener una respuesta. Allí estaba su vaso de vino, se lo bebió de un intenso trago y decepcionado a la vez que frustrado lo lanzó. Quería que el vaso fuera directo a la pared, pero su puntería no era si se puede decir muy buena, así que se fue directo hacia la ventana.

Ambos acabaron rotos, los cristales de distintos tamaños rotos, se quedó observando el suelo, todos aquellos cristales. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo y sacó su sonrisa. No recogió los trozos, sentado en su silla se dispuso a pintar, ya no pintó aquellas cosas que los demás pintaban, pintó lo que el llevaba buscando desde hacia mucho tiempo. Su obra le gustó a él, y en el futuro acabaría gustando a mucha gente. Todos los trocitos de cristal representados en su lienzo, estos representaban formas, animales, cosas, figuras humanas, muchos colores juntos, una mezcla única, de él, solo de él.

lunes, 27 de diciembre de 2010

El caballo y su empleada. Laura Hervás.


En una ciudad muy lejana, vivían un caballo y una zorra, el señor caballo tenía una tienda de muebles, en la que trabajaba la señora zorra, el negocio iba mal por la crisis.

El caballo quiso sacar un préstamo para poder llevar la empresa, y así poder pagar a la trabajadora, pero la banquera que era la señora ardilla le dijo que no, porque como se estaban arruinando, también arruinarían al banco, entonces no le dieron el préstamo.

La señora zorra tuvo una gran idea, el dueño le dijo que la podía hace. Su gran idea era cambiar la decoración de la tienda, poner muebles más modernos y pintar las paredes y la finca de un color muy llamativo. Después de hacer todos esos cambios, también se le ocurrió cambiar le nombre de la tienda, y le llamo MUBLELILANDIA, haciendo grandes ofertas.

Desde el día de la nueva inauguración, iba mucha gente a comprar, solían entrar a la tienda, alrededor de 20 personas por día.

El negocio empezó a ir bien, y en muy poco tiempo se recuperaron de todo lo que habían perdido, como tenían tanto trabajo, tuvo que coger mas empleados, como al marido de la señora zorra.
Moraleja: aunque las cosas te vayan mal, siempre se tiene que buscar una solución, en vez de rendirse.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Perezoso y el sapo. Manuel Marqués.


Era una noche fría de invierno, Perezoso, el mono, estaba apoyado tranquilamente tras la ventana, observando todo lo que pasaba en la calle, ya que aparte de ser perezoso, también era un mono muy curioso.
De repente , vio como de casa de su vecino el señor sapo, salían unos ratones con sacos llenos de cosas. Pensó en salir y llamar a la policía , pero como estaba tan bien en su casa, tuvo pereza y no salió.
Otros vecinos del señor sapo llamaron enseguida a la policía, pero cuando llegó, ya era tarde, los ladrones habían escapado.
Al día siguiente, Perezoso fue a visitar a su vecino el sapo, y le pregunto por el robo , y el sapo le dio las gracias por haber llamado a la policía pero Perezoso dijo que él no la había llamado; entonces, el sapo se disgustó mucho.
Semanas después, cuando perezoso se había marchado a visitar a su prima, el sapo observó como un grupo de ratones, intentaba entrar a casa de Perezoso forcejeando la cerradura.
Rápidamente, el sapo salió a llamar a la policía, que enseguida detuvo a los ladrones.
Cuando Perezoso llegó de visitar a su prima, sabiendo lo que había pasado en su casa, lo primero que hizo fue ir a darle las gracias al sapo.
MORALEJA: lo que no quieras para ti no lo quieras para los demás; que no te pueda la pereza, da un paso adelante.

Blancanieves. Clara Luna


Érase una vez una malvada joven llamada Blancanieves que vivía en el palacio de un cercano país con su buena madrastra. Ella la quería mucho y deseaba todo lo mejor para la joven. Además le compraba todo le que quería y Blancanieves se aprovechaba de ella
Durante muchos años la madrastra, que era la reina del país, pensaba que Blancanieves era buena y todos los días le preguntaba a su espejo mágico por quien era la más bella del reino para ver si algún día decía que era su querida hija. Pero el espejo siempre respondía:
- La más bella es usted, mi reina.
La madrastra estaba triste porque aunque ella fuera la más hermosa del reino quería que lo fuera su hija. Hasta que un día, cuando le preguntó a su espejo quien era la más bella, respondió que era Blancanieves. En ese momento la reina se puso muy alegre.
Pero a lo largo del tiempo se dio cuenta de que era malvada. Blancanieves se enteró de que la reina lo sabía y, para que no la castigara, se escapó del castillo corriendo hacia el bosque. La joven al encontrarse sola decidió ir a buscar un hogar para poderse alojar.
Al amanecer encontró una pequeña casa en la que pensó que podía vivir. Abrió la puerta y vio que todo era muy pequeño y había siete cosas de cada. Entonces imaginó que debía de ser una casa de siete enanitos a los que podía dominar. Cuando los enanitos llegaron de trabajar en la mina encontraron a la hermosa Blancanieves dormida en sus siete camitas y le dijeron que se quedara allí. La joven, durante esos días, fingió que era buena y que la habían echado del palacio. Por eso todos la cuidaban mucho, se creían todo lo que decía y los dominaba fácilmente para que hicieran la colada, fregaran, le llevaran todo hasta ella, incluso les hacía que vigilaran la puerta de su habitación por la noche.
Mientras, en el palacio real, la reina le preguntó a su espejo, como cada día:
- ¿Quién es la más bella?- dijo la reina un poco deprimida.
- La más bella es Blancanieves que se encuentra en el bosque.-dijo el espejo.
- ¡Qué alegría estaba muy preocupada desde que se fue! Yo pensaba que le había pasado algo malo. Iré a buscarla para hablar con ella y que cambie su actitud.
Pero unos días antes Blancanieves, como sabía que iría a buscarla, preparó dos manzanas, una envenenada y otra buena.
Al día siguiente acudió al bosque y se encontró con Blancanieves. Ella, aprovechando de que los enanitos se habían ido a trabajar a la mina, le ofreció la manzana a la reina. Pero por error se comió ella la manzana envenenada y cuando dio el primer bocado cayó desmayada al suelo. La reina, como Blancanieves era mala, pensó que era una broma y se fue a su castillo.
Al llegar los enanitos y verla en el suelo tirada pensaron que estaba muerta. Ellos mismos le construyeron una vitrina de cristal en el bosque para que todo el mundo pudiera ver su belleza. Pero, al pasar unos días llegó con un gran caballo negro un hermoso príncipe malvado que se quedó enamorado de su maldad y le dio un beso en los labios que deshizo el hechizo. Blancanieves despertó y también se enamoró de él.
Después de casarse fueron al palacio y echaron a la reina para ser ellos los reyes y quedarse a vivir allí.
Cuando pasaron unos años el reino se quedó vacío porque todos se iban por lo mal que les trataban los reyes: les cobraban unos impuestos altísimos, les hacían trabajar para ellos… Al final el príncipe y Blancanieves se quedaron solos y vivieron aburridos y amargados.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Bienvenidos

Este es blog donde se van a publicar los trabajos de narración del curso de retóricos del lenguaje 2010-11.