viernes, 14 de enero de 2011

El niño extraño. Enrique Morro.


Había una vez un niño al que no le gustaba hacer nada por nadie.Se llamaba Carlos, tenía 8 años, pelo rubio, ojos marrones y de mediana altura. Vivía en Valencia, en un barrio normal, en el que todos se llevaban bien y no discutían. Él, nunca quería hablar con nadie ni ayudarles ni hacer nada con y por nadie hasta que un día sucedió una cosa extraña en él.Hubo un día que al levantarse se sentía raro, saludaba a todos los que veía por la calle y les ayudaba si veía que estaban haciendo algo que no podían, todos le notaban raro. Al día siguiente volvía a ser todo distinto, volvía a ser como antes, no saludaba a nadie y no les saludaba ni si veía que estaban haciendo algo que no podían. Nadie sabía que le pasaba hasta que un día lo descubrió el mismo. Cada día despertaba de una forma porque ha Carlos no le gustaba quedarse solo en su casa por la mañana cuando sus padres trabajaban y esos días son en los que Carlos no ayudaba ni saludaba a nadie, en cambio cuando sus padres no trabajaban por la mañana, era al contrario, saludaba y ayudaba a la gente.

jueves, 13 de enero de 2011

LAS TRES CAPERUCITAS Y EL LOBO PINOCHO. Ariana Guiñón.


Erase una vez tres caperucitas, Caperucita roja, que era muy desordenada y torpe, Caperucita verde que era muy antipática y no caía bien a muchos y Caperucita azul, que era muy inquieta y patosa. Iban a casa de su abuelo Gepetto para construir sus casas. Por el camino se encontraron con el lobo Pinocho, que les dijo que si iban por este camino, cuando estuviesen hechas, sus casas se romperían, y le creció la nariz, también les dijo que su abuelo sería devorado por una ballena si no les daba la cestita de frutas. Las niñas se asustaron, y el lobo consiguió las frutas. Cuando las niñas se pusieron a hacer sus casas, el lobo se comió a su abuelo Gepetto. Cuando las niñas acabaron sus casas, fueron a casa de su abuelo y le dijeron: -¡Abuelo! ¡Ya hemos terminado las casas! El lobo, que se disfrazó de abuelo, les dijo: -Ahora traedme una de esas frutas, por favor. Las caperucitas, se dieron cuenta de que era el lobo, e intentaron idear un plan pero como caperucita azul era muy patosa sin darse cuenta le dijo al lobo Pinocho: -Lobo tapate los oídos que mis hermanas y yo estamos ideando un plan para librarnos de ti.El lobo les dijo:- Vale pues si no me contáis el plan os comeré.Las caperucitas se asustaron y temblaron ante el lobo tan grande y tan malvado que estaba dispuesto a comerles, pero en el momento justo, apareció la madre de las caperucitas que llevaba una escopeta y el lobo salió disparado por la chimenea con el rabo envuelto en llamas.

"El niño que le gustaban las estrellas".Sonia García.


Había una vez un niño llamado Javier, que vivía en una ciudad llamada Berlín, tenia nada más y nada menos que ocho años, el siempre había soñado con volar para llegar a tocar las estrellas. Muchas veces cuando amanecía, se iba a la habitación de sus padres y les decía: -He tocado las estrellas, he tocado las estrellas!.Pero su madre le decía: -Hijo es imposible que hayas tocado las estrellas, solo ha sido un sueño.Javier triste se volvió a su cama y se puso a pensar como podría llegar a tocar las estrellas.Sus padres preocupados un día por la tarde, le dijeron: -Hijo tenemos que hablar.Y Javier le dijo: -Sobre que? -Sobre tus sueños. -Pero mama son sueños. -Ya hijo, pero tienes que entender que las estrellas están muy muy pero que muy lejos y nadie nunca a logrado tocarlas, si quieres verlas desde mas cerca puedes hacerlo con un telescopio tu padre y yo te lo compraremos si lo deseas. -Vale mama, ya comprendo, gracias papas. En unas semanas, Javier tuvo su telescopio y por fin lo comprendió todo, y todas las noches miraba las estrellas con su telescopio.

Mudanza a España.Yassmine Rabtaoui


Había una vez,en una bonita ciudad de un pais increible llamado Rumanía,vivía una chica de 10 años que se llamaba Beatriz.Beatriz era una niña alta y un poco delgaducha que vivía junto a sus dos padres.Su padre se llamaba Vasile y trabajaba en una fabrica de juguetes,su madre se llamaba María y era ama de casa.Un día llegó su padre a casa entristecido y les dijo a Beatriz y a María:-Me han despedido del tabajo-¿Qué?-dijo María aterrorizada-¿porqué?-No lo sé-respondió Vasile-lo unico que sé es que vamos a mudarnos a España-¿A España?-dijo Beatriz-Sí a España y nos mudaremos el miércoles que viene-respondió VasileLlegó el día indicado y la familia se mudó a España.Lo primero que hicieron fue ir a un hotel donde se asentaron varios días.Un día salieron a comprar una casa donde vivir.Encontraron una buena casa y la compraron.Después de unos días llevaron a Beatriz para apuntarla a un colegio.Llegó el día de que Beatriz entre al colegio.

martes, 11 de enero de 2011

¡Chio Vuela! Ana Soriano


En un bosque perdido, lleno de grandes pinos, siempre existen muchos nidos y muchas clases de pájaros. Cuando los huevos que han estado cuidando con tanto esmero comienzan a abrirse, cientos de pájaros esperan ansiosos el alimento de sus madres.
Aquí comienza la historia de mi gorrión, Chío, un pichón que fue debidamente cuidado y debidamente alimentado por su madre.
Chío era un gran admirador de las nubes, de las montañas, del viento y del ruido del río. Su madre estaba tan embelesada con él que no quería que le abandonase nunca, como hacen el resto de las aves, así que jamás le enseñó a volar.
A Chío no le importaba demasiado porque desde su árbol podía contemplar todo lo que le gustaba pero, a veces, cuando veía a los demás volando a su alrededor, sentía ganas de intentarlo. Su madre le asustaba diciéndole lo terrible que sería si cayera y se rompiera un ala, lo terrible que sería si un cazador le disparara, lo terrible que sería si un halcón le cazara….
Un día, esto es precisamente lo que le ocurrió a su madre: un halcón le alcanzó mientras buscaba comida para Chío y él mismo vio cómo desaparecía con ella en las garras dirigiéndose hacia la montaña.
Chío necesitaba hacer algo, pero…¿qué?. Sintió tanto miedo al intentar volar, que sus plumas temblaban. Su madre había desaparecido, realmente no estaba y, lo que es peor, no volvería a estar. Lloró desconsolado porque ella lo había sido todo para él: su compañía, su alimento y su consuelo.
La soledad le invadía día tras día y se moría de hambre. No había otra opción: ¡echar a volar! Y así lo hizo, sabiendo lo que podía pasar, acordándose de las advertencias de su madre, de los peligros que podía correr, pero ¡tenía que hacerlo!.
Chío se asomó en la rama, vio la altura tan impresionante en la que estaba y dijo: allá voy. Se lanzó muerto de miedo pero sus alas se abrieron como si hubiera volado siempre, era algo para lo que él estaba preparado y le costó un poco conseguir un buen equilibrio. Volvió a hacerlo una y otra vez y se sintió vivo, capaz de vivir por sí mismo, descubrió una vida que jamás había tenido.

Pensó en todo el tiempo que había perdido observando al mundo, pensó en el amor protector de su madre que, sin darse cuenta, había robado la posibilidad de que él se arriesgara, él decidiera, él se equivocara, él rectificara si hiciera falta.

Chío empezó a vivir muy tarde, pero empezó. Todos debemos empezar a vivir nuestro propio vuelo.

Peter Pan y los siete enanitos. Guillermo Esteve.




Había una vez en que los siete enanitos se fueron de su cuento porque no aguantaban a Blancanieves, porque no limpiaba la casa, ni hacía el puchero que tanto les gustaban a los enanos.

-¡Vámonos de este cuento!

Así lo dijeron, así se fueron, los enanitos tanto caminar y caminar llegaron a la ciudad de Londres, cuando de repente un niño volaba y dijeron:

-¡Éste cuento es el de Peter Pan!

Peter Pan los cogió y echó a volar al país de Nunca Jamás, al llegar se embarcaron en el barco del capitán Garfio y lucharon. Al luchar Mudito se tragó el jabón como siempre y empezó a tirar burbujas que molestaban mucho y sus resbalones acabaron con los piratas.

-¡Ip,ip,ip! Decía mudito.

A los enanos no les gustaba este cuento porque añoraban a Blancanieves y el bosque, hasta la mina de diamantes que les costaba tanto sacar.

Los enanos se preguntaron:

¿Os ha gustado este cuento?

Todos dijeron, NO!!!!!

Pero sorprendentemente mudito dijo:

-Mal.

Los enanos se quedaron patidifusos con la respuesta, pero por suerte han oído hablar a su compañero Mudito.

Los músicos de Segorbe.Rubén Martínez.


Hace ya mucho tiempo, cerca de la ciudad de Segorbe, un matrimonio vivía en una masia llamada Tristán, tenían un burro que, desde hacía muchos años, les ayudaba en las labores más pesadas del campo. Pero ya era muy viejo y no podía trabajar igual que cuando era joven.-Lo venderé. Ya no sirve para nada- oyó que decía el amo a su mujer.Y sin pensarlo dos veces, el burro cogió el portante y se marcho por el camino que llevaba a Segorbe.Cuando había caminado un buen trozo pasó por una masia llamada Ferrer y oyó un perro que se quejaba:-¡Ay, pobre de mí! Me han abandonado; dicen que ya soy viejo y que me paso el día durmiendo. -¡Ven a Segorbe conmigo!, he oído tus ladridos son los mas melodiosos que he escuchado en mi larga vida. Y junto a mi bonito rebuzno podemos hacer un dúo muy dinámico.- Le dijo el burro.Al cabo de un rato, el burro y el perro, oyeron los maullidos de un gato que procedían de una masia llamada La Rodana.-¡Después de cazar tantos ratones y ratas, ahora dicen que ya no valgo y me echan de casa!-Ven con nosotros a Segorbe; en lugar de un dúo podemos ser un trío.- le dijeron el burro y el perro.Ya hacía un rato que caminaban los tres juntos cuando escucharon del gallinero de la masia de San Juan:-¡Quiquiriquí…! ¡Mi dueña tiene invitados a comer y quiere asarme en la olla express!- Pues vente con nosotros a Segorbe haremos un súper cuarteto musical –dijeron el burro, el perro y el gato.Estaba anocheciendo cuando vieron las luces de Segorbe. Los animales se pusieron muy contentos.Cuando entraron al pueblo resulto que había una verbena. Los animales sin pensarlo dos veces subieron al escenario y se pusieron manos a la obra. Todos a una empezaron la música:-¡Miau, miau, miau!- maullaba el gato.-¡Hi ho, Hi ho, hi ho!- rebuznaba el burro.-¡Guau, guau, guau!- ladraba el perro.-¡Quiquiriquí!- cantaba el gallo.La gente sin poderlo evitar se puso a bailar y a reír. ¡Que bien se lo pasaron esa noche con esa música tan divertida! Al día siguiente corrió la voz por toda la comarca. Los músicos se habían hecho más famosos que los Rollin Stone.Lo que quiere decir que cuando alguien se hace viejo no significa que no sirva para nada.

EL aguila y la zorra. Guillem Maroto


Había una vez un águila que un día llevaba un conejo en el pico el águila era muy grande que asta podría llevar un ciervo pero no. Llevaba un conejo pequeño pero la zorra le vio por que como era una zorra gris oscura y era otoño. Se camuflaba entre las hojas y de repente la zorra salió a pedirle el conejo porque ella no había cazado en mucho tiempo y estaba muerta de hambre.
Primero se lo pidió amablemente le dijo:
-Me puedes dar el conejo que llevas?
-No por que es mio.
Entonces la zorra se dio cuenta de que el águila era un poco avara.
I se lo pidió malamente:
-Dame el conejo o subiré al árbol y te cogeré.
-No porque si tu subes yo saldré volando y no me cojeras.
Entonces la zorra pensó.
La piropeare y me dará el conejo.
-Águila que guapa eres y que plumas mas bonitas tienes.
Pero el águila se dio cuenta de que la piropeaba y dijo:
-No te daré mi conejo!
Y la zorra como era muy lista pensó. Tengo que hacerle que abra la boca.
Y dijo.
- He oído que pías muy bien.
-Has oído bien, yo pío muy bien.
-Puedes piar para mi?
Ella contesto que si y cuando pió se le cayó el conejo y la zorra lo cogió y se fue.
MORALEJA:No hay que ser presumido y hay que conocerse a si mismo.

lunes, 10 de enero de 2011

EL gato y los ratones. Gema López.


Había una vez un gato muy cazador que no dejaba en paz a los ratones. Los ratones, del miedo, no salían de sus cuevas ni para ir a comprar queso a los ratones queseros. Un sábado por la noche, el gato se fue de parranda y los ratones aprovecharon para reunirse.- Tenemos que unirnos y luchar contra el enemigo gato -dijo un ratoncito.- ¡Vivimos con el corazón en la boca! -dijo otro.Entonces, un ratón viejo y sabio propuso lo siguiente:- A este gato hay que agarrarlo dormido y atarle al cuello una cinta con un cascabel. Cuando oigamos ¡tilín! ¡tilín! Sabremos que se acerca. Y cuando no oigamos ¡tilín! ¡tilín! nos pasearemos tranquilos.Era una idea genial. Todos la festejaron mucho. Pero… ¿quién le ponía el cascabel al gato?- Yo no sé poner cascabeles -dijo un ratón.- Yo no sé atar cintitas -dijo otro.Uno por uno, todos se disculparon. Y, a pesar de que habían aplaudido al ratón sabio, nadie se atrevió a ponerle el cascabel al gato. Porque es fácil decir: "Hay que hacer esto. Hay que hacer aquello". Pero hacerlo es mucho más difícil.

Albert. Marisol Torres.


Érase una vez en un niño un poco tímido y mieduca llamado Albert.
Un día de invierno su madre le mandó que llevara a su tía una caja con bombones, pero que no se parara a hablar con nadie porque le podían hacer daño. Como el vivía en la ciudad tenía que recorrer mucho camino hasta llegar a casa de su tía y de camino un amable hombre paró el coche y le dijo que le llevaba a donde el fuera y como Albert estaba muy cansado subió.
El señor le llevó hasta donde le había dicho Albert pero no le dejo en la puerta si no le dijo que subiera por una cuesta por la que adelantaría más y en verdad le mintió y el señor mientras Albert subía por la cuesta larga subía por una más corta.
A la que el señor llegó a casa de la tía de Albert, abrió la puerta con un gancho y como el señor resulta que era un actor al que habían metido en la cárcel y se había escapado engañó a la tía de Albert para que se metiera en el armario y se disfrazó de ella justó para cuando Albert llegó a la casa.
Albert llegó y tocó a la puerta, entró y le dio los bombones, de repente se dió cuenta de que la voz de su tía al decir gracias había sonado como la del hombre del coche y corriendo llamó a la policía. La policía se llevó al señor otra vez a la cárcel y felizmente Albert y su tía se comieron los bombones.

Pedro y la excursión al lago. María Pérez.


En un pueblo que ya nadie sabe donde está,vivía un hombre llamado Pedro. Pedro era un hombre muy amistoso, bueno con los demás y le encantaba hacer feliz a los niños. Un día se llevó a todos los niños para hacer una excursión al lago y uno de esos niños era hijo de Pedro. Pero no le dejaba que Nacho se acercara mucho al lago. Nacho le hizo caso a su padre, pero a la hora de acampar Nacho y su amigo Estaban, no estaban. Pedro y los demás niños buscaban a Nacho y a Esteban. Pedro estaba muy asustado, pero él era fuerte. Ya era la hora de cenar y los niños y Pedro aun seguían buscando a Nacho y a Estaban.
Nacho y Esteban estaban muy asustados, pero entre sus imaginaciones y sus ingenios, se hicieron su propia tienda de campaña.
Y Nacho dice:
Tu tranquilo Esteban que seguro que mi padre y nuestros amigos vendrán a buscarnos...
Y Esteban respondió:
Si ya lo se...pero tengo miedo de que no nos encuentren...
Al día siguiente Nacho y Esteban seguían desaparecidos, todos los niños y Pedro buscaban a Nacho y a Esteban. Pedro se fue un momento con los niños al lago para que se bañaran y se relajaran un rato. Aunque Pedro no se quiso bañar por si veía a su hijo y a Esteban.
Un niño le dice a Pedro:
Tu tranquilo, que seguro que los encontraremos.
Y Pedro le responde:
Gracias por tus ánimos.
Una niña fue corriendo a Pedro y le dijo:
Mira Pedro ahí encima de la montaña están Nacho y Esteban.
Pedro se levantó corriendo y fue donde la niña le había dicho...y exacto ahí estaban Nacho y Esteban sanos y salvos. Estaban todos muy contentos al encontrar a Nacho y a Esteban, e hicieron una gran fiesta.

Hormigas. Ana Morgado.


Al día siguiente María se fue a buscar a su amiga Laura, Laura era la hormiga más guapa y más rica de todos los hormigueros pero ella no tenía casi amigas y tenía el hormiguero más grande.María muy enfadada le dijo a Laura:-Laura quiero vivir en tu gran hormiguero porque el mío es muy pequeño y no tengo sitio.Laura le contesto:-Yo soy demasiado rica para compartir mi cuarto contigo.María muy decepcionada se fue a su hormiguero y le dijo a su padre:-Papa quiero que consigas más gente para que empiecen a hacer más grande nuestro hormiguero.Su padre contesto:-María tu madre y yo pensamos que no hace falta hacer el hormiguero más grande solo porque tu amiga Laura lo tenga más grande.María respondió:-Pero yo quiero ser más importante que Laura.Su madre le digo:-María lo que de verdad importa no es el dinero, ni tener el hormiguero más grande, lo que de verdad importa es tener amigos y ser feliz así, no sin nadie, sola en tu casa.María pensando el lo que le había dicho su madre se fue a su cuarto y pensó:-Es verdad lo que dice mi madre: Laura no tiene amigas se pasa todo el día en casa sola, mientras que yo estoy todo el día con mis amigas jugando y pasándomelo bien con ellas.Al día siguiente María les dijo a sus padres:-Papás, lo he pensado muy bien y me da igual tener el hormiguero más pequeño lo que quiero es pasármelo bien con la gente a la que quiero.Sus padres contentos de que María se hubiera dado cuenta de que lo que de verdad importa no es el dinero ni la popularidad es poder tener personas que te quieran hicieron una fiesta para todos sus amigos en su pequeño hormiguero.María contenta de estar con sus amigos se le olvido que vivía en un pequeño hormiguero.

domingo, 9 de enero de 2011

Elogio de la carrera lenta. Guille Gago


Érase una vez un pueblo que se llamaba Hamelín, y una tortuga que era muy lenta y que nunca había participado en una carrera. Una liebre le propuso hacer una carrera en el bosque.

Y dijo la tortuga:

- Vale.

Y dijo una tortuga muy vieja: pero tened cuidado con el flautista de Hamelín, os atraerá con su dulce música y os llevará al río y moriréis ahogados.

- Dijo la liebre ¿porque nos hará eso?

La tortuga vieja dijo:

-Porque hace muchos años cuando yo era muy joven, millones de ratas invadieron nuestro poblado y el alcalde llamó a un flautista muy famoso, y dijo el flautista que si se las llevaba del pueblo le daría su recompensa, que eran mil oros. Y tocó su flauta y los ratones le siguieron .El flautista se llevó a los ratones al río y se ahogaron. El alcalde no le dio las monedas que habían acordado por que creía que cualquiera lo podía hacer. Y a la mañana siguiente los niños no estaban porque se los había llevado a una cueva y nunca nadie los ha vuelto a ver.

A la mañana siguiente era la carrera. Cuando empezó, la liebre corrió un montón y la tortuga iba muy lenta y llevaba una bolsa de mil oros. Y la liebre, cuando casi había llegado a la meta, una dulce música atrajo a la liebre y era el flautista de Hamelín y se llevó a la liebre.
Pasó mucho tiempo y la tortuga estaba en la meta, y oyó una dulce música y la tortuga siguió hacia adelante y ganó.
La liebre no estaba y siguió un camino donde había huellas de liebre y llegó a una cueva que estaba cerrada por una piedra, y la tortuga dejó la bolsa de mil oros en la puerta. Cuando llegó al pueblo, se dio la vuelta y vio como se acercaban la liebre, los niños y muchos animales que estaban encerrados allí.
Fueron felices y comieron perdices.

La sirena. Sandra López


Érase una vez, una familia que tenía cinco hijos. Como eran muy pobres tenían que abandonar a tres. Decidieron que a los que tenían que abandonar eran al mayor, al mediano y a la pequeña. A los tres los dejaron en la playa. Mientras paseaban por la playa, tristes, se encontraron con una sirena que estaba moribunda en la arena.La pequeña le dijo:-¿Eres una sirena de verdad? La sirena le respondió, sin apenas poder hablar:-Sí, pero no podéis decírselo a nadie porque si me descubren, vendrán a por mí y me capturarán. Los niños asustados la escondieron en una cueva oculta entre las rocas. Encendieron una hoguera para calentarse, ya que estaban en pleno invierno, y estuvieron toda la noche cuidándola hasta que ella se recuperó. Al despertarse, la sirena les preguntó:-¿Pero, porque estáis tan tristes?-Porque nuestros padres nos han abandonado y no tenemos a donde ir, dijo el mayor.La sirena, estaba muy agradecida de todo lo que habían hecho los niños por ella, pensó en agradecerles la ayuda que le habían dado, rescatando un tesoro de un barco naufragado de hace muchos años que ella sabía en qué lugar estaba en el fondo del mar. Una vez la sirena sacó el tesoro y se lo dio a los niños, se despidieron de ella, y muy agradecidos, le dijeron a la sirena que nunca se olvidarían de ella. Los tres niños cogieron el tesoro y fueron a buscar a sus padres para contarles la historia tan increíble que habían tenido. Los niños estaban tan perdidos que no encontraban el camino a casa. Después de varios días andando, decidieron volver a la playa para pedir ayuda a la sirena. Cuál fue su sorpresa, que se encontraron con sus padres y sus hermanos que, arrepentidos de lo que habían hecho, habían vuelto a buscarlos. Todos sus problemas se resolvieron y no volvieron a ser pobres nunca más y vivieron felices para siempre.

EL botellón del mapache. Ángela Macián.


El mapache ha pensado hacer un botellón en el parque de la constitución, pero Juanfran el ratón y sus amigos los ratones no están muy seguros de ir.- ¿Y si nos pillan la poli?- piensan continuamente, también han pensado en todo lo que dicen en las noticias y ellos saben que no está bien, pero por otra parte quieren ir porque piensan que eso les ayudará a ser populares.El mapache es el animal más malo de todo el instituto, todos le tienen algo de miedo, todos menos Julito, la tortuga, que es el animal más tranquilo del instituto, vamos, todo lo contrario al mapache.Un día, Julito, fue a visitar al mapache. Juanfran lo vio entrar y por saber algo más se asomó a la ventana, desde allí observó, que el mapache le ofrecía galletas de chocolate y un zumo de melocotón.-¿Pero, como puede ser? Si se llevan fatal. – se preguntó Julito.-¡Si son agua y aceite!- se sorprendía continuamente. Volvió a mirar y, ¡se estaban dando un abrazo! Juanfran estaba alucinando, cada cosa que pasaba le hacía abrir más la boca. Al final se decidió a tocar a la puerta y entrar, pero en ese momento Julito y el mapache se levantaban de la mesa y se dirigían a la puerta, Juanfran se tiró corriendo a los arbustos.-Los seguiré- pensó Juanfran.Con sigilo se fue acercando poco a poco a ellos hasta que cogió a Julito por la espalda.-¿Pero qué haces?, ¿Por qué me agarras?-pregunto Julito. -Yo solo quiero averiguar, ¿Qué haces con el?- dijo Juanfran.-Eso no es asunto tuyo, además yo puedo ir con quien quiera si es mi amigo y aunque seamos diferentes por fuera tenemos, muchas cosas en común por dentro- dijo el mapache.-Nosotros lo ocultábamos porque sabíamos que nos iban a hacer este tipo de preguntas incómodas, pero ahora se ha acabado, nos va a dar igual, que nos digan lo que quieran, somos amigos y ya está –continuó Julito.-Vaya, lo siento, creo que me he comportado fatal, ¿me podéis perdonar?- pregunto Juanfran.-Te perdonamos, pero prométenos que no te entrometerás entre nosotros ni entre nadie ¿prometido?-preguntó Julito.-Prometido-asintió Juanfran con las lágrimas en los ojos.-Al final, ¿ se hace el botellón?- preguntó Juanfran.Tanto como el mapache y la tortuga asintieron. Estuvieron toda la tarde planeándolo, hasta que al fin, llegó la noche. Todos acudieron al botellón, pasó media noche y todo fue fiesta, hasta que a las doce y media se escucharon unas sirenas, ¡era la policía!, todos corrieron asustados entre los matorrales. Por suerte nadie acabó en un reformatorio, pero todos los padres tuvieron que pagar una multa de mil euros y acceder a que sus hijos hicieran trabajos sociales.Mientras Julito, el mapache y Juanfan limpiaban pintadas en las paredes, juraron no hacer nunca más un botellón.Los tres se dieron la mano y continuaron limpiando las pintadas.Un señor mayor que pasaba por allí les dijo:-Esto os pasa por no pensar en las cosas malas. Cuando tenemos un plan, pensamos en las cosas buenas pero no en las malas que son las más importantes y que pueden fastidiar el resto de tu vida, como las drogas, el alcohol…

El perrito vago. María Terrén.


Había una vez un perrito llamado Tobi, era muy vago y no le gustaba nada hacer los deberes. Un día, en clase, el profesor Braulio, mandó hacer dos ejercicios de matemáticas. Cuando Tobi llegó a casa se puso a jugar a la consola y no hizo los deberes. Al día siguiente el profesor le dijo a Tobi que saliera a la pizarra y Tobi le dijo que no había hecho los deberes porque su madre estaba mala y él había estado todo el día en el hospital. Braulio llamó a la madre de Tobi y le pregunto que tal se encontraba, la madre le dijo que ella estaba estupendamente y que no había estado en el hospital. Así que Braulio castigo a Tobi tres semanas sin patio y le dijo: si me hubieras dicho que no los habías hecho, no te habría puesto tanto castigo
Moraleja: tienes que hacer los deberes, pero si no los has hecho díselo al profesor

Ampliar y reducir. Emelin Villanueva.


¿Quién quiere comprar Estocolmo?
En Asturias en concreto en un pueblecillo de montaña había un pequeño pero bonito mercado en el que vendían todo tipo de cosas que puedas imaginar .El barbero de la ciudad era un hombre alto delgado y no muy agraciado ya que sus cejas parecían la selva y de sus orejas aparecían uno pelitos como curioseando lo que hay en el exterior y unos dientes amarillos casi negros de tanto fumar en su vieja pipa y aunque era barbero parecía que nunca se hubiera cortado la barba ya que le llegaba al ombligo, todas las tardes después de cerrar la barbería salía y daba una vuelta por el pequeño mercado para distraerse un poco, no solía comprar nada pero una tarde vio un nuevo puesto en el que había un hombrecillo gordito , pequeñito con gorra ,chanclas un jersey y sin chaqueta cosa rara ya que en enero no hace calor en Asturias, el barbero se acercó y al ver unas fotos de ciudades y demás utensilios pregunto cuánto costaba aquella preciosa foto de Estocolmo de noche con sus calles iluminadas, pues creyó que vendía entre otras cosas fotos, pero cuando el hombrecillo respondió que esas bellísimas fotos que colgaban de la pared eran las fotos de las ciudades que vendía , el barbero se quedó sorprendido pero no podía quitarse de la mente aquella hermosa foto de Estocolmo entonces le pregunto al hombrecillo si no podía venderle aquella hermosa foto el hombrecillo le dijo que la foto iba con la ciudad , el barbero pensó que una ciudad seria carísima entonces por curiosidad le preguntó al hombrecillo lo que costaba y el hombrecillo le dijo que estaba de suerte ya que estaba en rebajas de enero y Estocolmo estaba tirada de precio, el barbero insistió preguntando por el precio y el hombrecillo le dijo que le había caído bien y se la dejaba por 2000€, pero que no contaba el transporte ,el barbero sin pensarlo se fue al banco sacó el dinero y la compró, corriendo fue al aeropuerto y se fue a ver su ciudad. Cuando el avión aterrizo , Salió corriendo pero cuando vio que había un montón de gente empezó a gritar diciendo que se fueran de su ciudad, nadie lo entendía, él pensaba que había hecho una buena compra entonces se dio cuenta del error que había cometido, pues una ciudad no se puede comprar ,se fue y regresó a Italia para recuperar su dinero pero el hombrecillo había desaparecido, entonces aprendió la lección ya nunca le ocurrirá nada parecido
El tiovivo
Un tiovivo viejo llego a una ciudad, a los niños les encantaba no querían ir a ningún otro sitio, un día un ancianito subió y mientras el tiovivo daba vueltas, el ancianito vio como empezó a volar el tiovivo, a son de un feo chachachá y a viajar por todo el mundo. Cuando el tiovivo paró el ancianito sorprendido bajo y empezó a intentar hallar una explicación, pero decidió no contarle jamás a nadie lo sucedido por miedo de que se burlaran de él y no le creyeran

Alicia en el país de las golosinas. Ana López.


Alicia era una niña que le encantaba las golosinas. Un día sentada en el parque vio un conejo blanco, Alicia vio que se estaba comiendo una golosina y le pregunto:-tienes más y el conejo le dijo:-no pero se donde hay cantidades de golosinas. Alicia como le encantaban dijo:-me puedes llevar a ese lugar. El conejo le dijo:-si te puedo llevar ¡sígueme! Alicia le siguió al conejo. El conejo se metió en una cueva oscura, Alicia le deba miedo la oscuridad pero como quería comer golosinas ella entró y apareció en el país de las golosinas. Alicia lo que veía no se lo creía en su mundo: lo que crecía en los árboles no era fruta, allí lo que había era golosinas. Alicia empezó a comer golosinas, el conejo le dijo:-venga llegamos tarde. Alicia respondió:- a donde, el conejo dijo:-he quedado a merendar con el sombrerero loco. El conejo echo a correr y Alicia le siguió. Llegó a un sitio donde había una mesa llena de golosinas. El sombrerero le dijo:- ¿Alicia te quieres quedar? no iras al colegio, comerás todas las golosinas que quieras. Alicia le encantaba la idea. Acabo la merienda Alicia se fue a dormir debajo de un árbol y pensando se acordó de lo mucho que extraña su hogar, lo bien que se lo pasaba con sus amigas y sus hermana. Alicia quería volver a su hogar así que fue a hablar con el conejo. Le dijo:-conejo quiero volver a mi hogar. El conejo le respondió:- para volver tienes que dejar de comer golosinas. Alicia aunque le gustaba mucho estar allí sin ir al colegio, comiendo golosinas, no se lo pensó dos veces, quería volver. El conejo le dijo:- no tienes que volver a probar ninguna golosina, porque sino una que pruebes te quedaras en el país de las golosinas para siempre. Alicia volvió y nunca probó una golosina.

sábado, 8 de enero de 2011

Fábula de la sorpresa.Marta Olcina.


Había una vez, un burro muy torpe, un ciervo muy presumido y un caballo listo y veloz. Un día estaba el burro intentado coger una manzana de un árbol, pero, no podía ya que era un burro enano…y la manzana que a él más le gustaba era la que mas alta estaba. En ese momento pasaba el ciervo con unas risas que ninguno de los animales se podía explicar. Y le dijo al burro:
-Eres un torpe, mira que no poder coger una manzana ¡jajaja¡ , déjame a mi-
Dijo el ciervo. Aparte de ser presumido, también era un atleta increíble se fue unos metros atrás para coger carrerilla y…! rrraaas ¡ de un solo salto se llevo la rama mas alta del manzano con 5 manzanas incluida la que el burro quería para él. El burro desanimado se fue yendo para su casa, y, de repente, vio pasar un caballo galopando como un rayo y en ese mismo instante se le ocurrió una idea… - Le preguntaré si me puede ayudar a ser mas listo y rápido como el o como el ciervo- Pensó el burro.
Al día siguiente se dispuso a partir hacia la colina donde habitaba el caballo, pero, no era una ruta fácil…habían muchos lagos que había que cruzar, matorrales que molestaban, muchos insectos... Pero el burro tuvo suerte justo cuando estaba dispuesto a cruzar el primer “obstáculo”, el lago de las serpientes apareció por un montón de niebla el caballo, y le dijo al burro:
¡Pero qué haces aquí!, es un lugar muy peligroso, bueno, no importa dime, ¿qué es lo que quieres?-
El burro le contó la historia del manzano y lo que le había hecho el ciervo, y el caballo nada mas escuchar la palabra ciervo se dispuso a ayudar al burro a lo que quisiera, y le dijo:
-Muy bien, te ayudaré, pero hay una cosa que tendrás que hacer todos los días a partir de mañana, tendrás que llegar puntual al peral que hay detrás de la plaza del pueblo, ¿está claro?-
-Sí-
Dijo el burro. Al día siguiente se despertó una hora antes de lo que habían quedado, ya que estaba muy nervioso y no podía dormir.
Se acercó a la plaza del pueblo para ver el reloj y no llegar tarde…aún quedaban 10 minutos, pero el burro con los nervios salió escopeteado hacia el peral. Obviamente le toco esperar lo 10 minutos, y pasados allí estaba el caballo, con sus crines bien repeinadas y brillantes. El caballo estuvo practicando un montón de deportes con el burro día tras día, y el burro se despertaba dos horas antes para salir a correr, tal y como le decía el caballo…hasta que un día, cuando fue al peral no estaba el caballo si nos el ciervo, que estaba intentando coger una pera, pero, no podía. El burro no se pudo contener la risa, y cuando el ciervo le oyó empezó a decirle que lo hacia adrede, y entonces al burro se le ocurrió una idea, y le dijo al ciervo:
- Te reto a un duelo, quién consiga coger la pera que más alta esa ganara-
El ciervo aceptó sin pensarlo dos veces…ya que el no sabía que el burro había estado entrenando todo este tiempo con ese peral, ya que era el árbol con fruta más alto de todo el pueblo.
Hicieron una marca en el suelo, salieron corriendo y ganó el burro, y como consecuencia, el ciervo nunca más se volvió a burlar de nadie, ya que puede que algún día alguien sea más rápido, fuerte, listo…que él. Y claro todos los habitantes le dieron las gracias al burro, ya que estaban artos de que el ciervo no parara de burlarse de ellos, y el caballo satisfecho volvió a su casa de la colina, y todos fueron muy felices y el burro empezó a ser más sociable con le gente.

Moraleja: no hay que ser tan orgulloso como el ciervo por que un día puedes llevarte una sorpresa como la del burro.

Pedro y el gran robo . Liberto Soriano.


Érase una vez, un chico llamado Pedro. Estaba en su pueblo, en la fiesta de ''Halloween'' en su colegio.
De pronto se apaga la luz, todos los niños estaban asustados. Un minuto después se vuelven a encenderlas luces, pero los caramelos de los niños no estaban, la profesora dijo que a lo mejor los habían robado. A Pedro le gustaba mucho jugar a detectives, y enseguida él y sus amigos se pusieron a investigar el caso. Vieron una mochila en el suelo y dijo: ''pero que raro, nunca había visto una mochila como estas, parece transparente''. Pedro y sus amigos sospecharon, porque nunca habían visto una mochila transparente.Luego fueron al parque que estaba al lado del colegio. Pero no vieron huellas. Después de dos horas ya cansados todos vieron una sombra. Pedro dijo: pero.. ¡si es un fantasma! Pedro y sus amigos, asustados, fueron corriendo al colegio diciendo que habian visto a un fantasma. Llevaron a todos al lugar donde lo habian visto con la policía. Lo vieron allí y la policía lo detuvo. Al interrogarle le preguntaron que ¿por qué le habia robadolos caramelos a los niños? El contestó: ''es que me gustan mucho los caramelos, a mí y a mi familia''. Al final lo soltaron y le dieron unos pocos caramelos a él y a su familia.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado

La pradera de San Isidro.Jaime Nicolao.


Y ahí estaba yo, en la pradera de San Isidro, como un madrileño más en un día de romería. El tiempo era estupendo. Se notaba la primavera. ¡Quién me iba ha decir que un pintor como Goya retrataría aquel día!
Cualquiera que viese aquel cuadro dos siglos después pensaría que se trataba de un simple día de fiesta. Pero yo sé que había algo más. Mi jefe, perdonad que no os diga su nombre, me había enviado allí con la orden de investigar y recoger datos acerca de lo que el pueblo opinaba de las reformas llevadas acabo por nuestro rey Carlos III. Yo tenía que aparentar un simple galán con intención de conquistar a alguna dama.
Aquel día me enteré de muchas cosas y como había tanta gente pasé desapercibido para todo el mundo menos para Goya.
Al día siguiente presenté un informe detallado sobre lo que preocupaba a los madrileños, entre otros temas, la mala salud de nuestro rey Carlos. Tristemente murió aquel año. Su hijo y sucesor Carlos IV no sería tan buen rey. Pero esa es otra historia y comienzo a irme por las ramas.
Lo mejor de aquella tarde de fiesta es que conocí a una dama, esa que veis con el corpiño rojo y que era una estupenda fuente de información. Me ayudó mucho en lo profesional pero lo mejor de todo fue que tras verla en días sucesivos fui conociéndola y ¡Se convirtió en mi esposa!
Han pasado los años y me gusta cada vez más contemplar este cuadro por todos los buenos recuerdos que me trae. Ahora soy un simple jubilado al que todavía le gusta ir a esta pradera. Es verdad que me encanta conversar con la gente y enterarme de chismes sobre Carlos IV. Me olvido que ya no soy un espía y mi mujer se enfada. Sin embargo mis nietos disfrutan correteando y cuando se cansan me dicen: ¡Abuelo, cuéntanos una historia de las tuyas! Y yo voy y me invento una porque claro, mis aventuras como espía son secretas y esas no se cuentan.

Sara estaba junto a la ventana. Andrés Navarro.


Sara estaba junto a la ventana
Una tarde de verano, Sara , desde su casa escuchaba unas notas musicales que venían de la calle.Sorprendida se levantó rápidamente y fue a mirar a la ventana, apoyada sobre ella observaba lo que ocurría en la calle.
La puerta se abrió
Mientras, detrás de ella, la puerta de cristal que estaba junto al comedor que anteriormente había cerrado, se abrió lentamente.
Se oyó un ruido
Sara, que seguía junto a la ventana se dio la vuelta rápidamente al oír un ruido extraño que venía de la puerta. Sara muy asustada, fue silenciosamente hacia ella para averiguar de donde procedía el ruido.
El gato entró corriendo
De repente se abrió la puerta, un gato blanco, peludo, suave, con grandes ojos verdes como dos luceros, entró corriendo y se abalanzó sobre ella, arañandole la cara. Ella del impulso cayó al suelo, se levantó asustada por lo que había pasado. Mientras el gato se había refugiado en la cesta donde dormía.Sara se fue corriendo al baño y se miró en el espejo. Tenia en la cara unos cuantos arañones que le había hecho el gato. Abrió el pequeño armario, sacó el botiquín que tenía guardado su madre y temblandole un poco la mano, echó sobre las heridas un poco de agua oxigenada para desinfectar.
Mientras, su madre que se encontraba en la cocina salió rápidamente al escuchar al gato que estaba maullando. Se dió cuenta de que en la cesta donde dormía el gato había sangre. En ese momento, Sara salía del cuarto de baño, su madre al verla le preguntó lo que había pasado y Sara le contó lo sucedido. Las dos mujeres se acercaron al gato.De pronto el gato da un salto, se sube a la mesa del comedor y empieza a dar vueltas sobre sí mismo, como si estuviera poseído.Sara y su madre lo observan extrañadas preguntándose a si mismas que le está pasando al gato. El gato se queda mirando fijamente a Sara y ella comienza a reaccionar como él.Ambos se tiran sobre la madre de Sara y la mujer horrorizada empieza a correr hacia la puerta en busca de ayuda.Mientras, en el interior se oyen gritos y maullidos.
La madre, al no encontrar ayuda en la calle decide entrar en la casa, subir a su habitación para buscar el móvil y llamar a su marido para contarle lo que está ocurriendo. De repente empiezan a golpear y a arañar la puerta, la mujer asustada se esconde debajo de la cama. No se escucha nada, hay un silencio enorme. La mujer sale lentamente y cuando va a abrir la puerta se abalanzan sobre ella.........
Mientras tanto, el marido corre hacia la casa. Cuando entra se da cuenta que su mujer está reaccionando igual que Sara y el gato. Entonces, decide ir al lugar donde trabaja de veterinario y pedir ayuda a sus compañeros.Estos utilizando trajes especiales, entran en la casa echando gas para dormirlos. De este modo se los llevan fácilmente al laboratorio para investigar lo que ocurre.
Al analizar al gato, descubren que ha comido pescado que estaba malo y tiene una enfermedad contagiosa, que a transmitido a Sara y a su madre cuando les a arañado. Pero esta enfermedad no tiene cura.

Mario. Paco Llop.


Érase una vez un chico llamado Mario, que vivía en un pueblo de la costa. Su familia tenía una panadería y Mario tenía que ayudar a sus padres. La panadería iba mal, trabajaban mucho pero tenían que pagar muchos impuestos y tenían lo justo para comer.
A Mario le encantaba el mar y soñaba con ser un marinero y recorrer los mares, pero sus padres esperaban que él siguiera con el negocio familiar. Un domingo, Mario que no tenía que ayudar a sus padres decidió ir al puerto, el mar estaba un poco embravecido y los barcos no habían salido al mar. Como quería navegar pensó: “Puedo coger una barca, dar una vuelta por el puerto y nadie se enterará”.
Subió a la barca que tenía al lado, quitó amarras y remó como él tantas veces había visto hacer a los marineros. Pero Mario no pudo controlar la barca, la corriente lo estaba arrastrando mar adentro. Pidió ayuda, pero al ser domingo no había nadie en el puerto. Al poco tiempo se encontraba en alta mar, pasaban las horas y anocheció, se quedó dormido de lo cansado que estaba.
Sus padres preocupados, ya que era un niño muy formal y antes del anochecer siempre llegaba a casa, dieron la voz de alarma. Todo el pueblo se puso a buscar a Mario, buscaron y buscaron sin encontrarlo. Pero faltaba una barca en el puerto y pensaron que la había cogido Mario. Como era de noche decidieron seguir con la búsqueda al día siguiente.
Al amanecer Mario se despertó, estaba en una pequeña playa de una isla que no conocía, pero realmente estaba cerca de donde vivía. Recorriendo la isla en busca de alguien que le pudiera ayudar, encontró una cueva. Como todo niño la quiso explorar. La cueva era estrecha con un pequeño pasadizo, al final Mario encontró una sala grande, y al fondo relucía algo. Cuando se acercó se quedó de piedra, ante él tenía un verdadero tesoro.
De pequeño había oído historias que cerca de su pueblo habían unas islas que en tiempos lejanos habían piratas. Mario había encontrado un tesoro pirata.
La guardia marina no tardó al día siguiente en llegar a la isla y allí encontraron a Mario. Al atardecer llegaron de vuelta al puerto, y Mario contó a sus padres lo del tesoro. Gracias al tesoro salvaron el negocio y Mario por fin pudo cumplir su sueño de comprarse un velero y navegar.

Blacanieves y los siete enanitos.Patricia Rodrigo.


En una mansión lejana vivían los Reyes que tenían una hija llamada> Blancanieves .> Pero murió la Reina y el Rey se casó con una mujer bondadosa que tenia> un móvil de última generación que le decía las cosas : malas , feas ,> etc.> Un día , el móvil , le dijo a la madrastra que ahora la más fea era> Blancanieves.Amable , mandó a un hombre del pueblo , que le pagaría si> le traía a Blancanieves , para que le hiciera más guapa y la> transformaría en buena , porque Blancanieves era muy mala.> Esté la dejo huir y escapar y se llevo el dinero .> Blancanieves llegó a una casa muy pequeña que pertenecía a siete> buenos enanitos .Pronto se hicieron enemigos y siempre estaban> peleando , hasta que un día la madrastra llegó disfrazada de una chica> muy fea , con una cesta llena de manzanas.
> La Reina , que era la chica fea , había puesto en la manzana un hechizo
> que con unas palabras se convertía en más guapa y buena que todas las> demás chicas que habían en el mundo .> La Reina , llamó a la puerta de Blancanieves , al ver a una chica tan> fea se sintió igual que ella , entonces la dejó pasar .> La Reina le ofreció la manzana , en la que ella había puesto el hechizo .> Blancanieves fue a morderla y la Reina dijo :> -Pata pim , Pata pam , Pata pim , pom , pam .> Y Blancanieves se transformó en una chica guapa , pero la Reina le> preguntó : - ¿ como te sientes Blancanieves ?Y Blancanieves le contestó :-Bien y tu vete de aquí no te quiero volver a ver nunca más> .
> Y la Reina se paró a pensar que algo le faltó en el hechizo , porque
> seguía siendo mala.Y tal como le había dicho Blancanieves se fue .> Los enanitos al volver vieron a Blancanieves muy guapa pero como ella
> seguía siendo mala no le hicieron caso y se fueron .
> Un día pasó un príncipe por allí , pero el príncipe no era como> nosotros estamos pensando , era muy , muy malo .> Y al ver a una chica tan bonita se enamoró de ella , y Blancanieves se> enamoró de él . Los dos se fueron a dar un beso y el hechizo de la> Reina había desaparecido , Blancanieves seguía siendo fea , pero lo> que si cambió fue de ser mala a buena .> Pero el príncipe se marchó porque a él solo le gustaban las chicas> guapas , no feas .
> Pero Blancanieves lo comprendió y se hizo amiga de los enanitos .Sin embargo> Blancanieves nunca fue feliz por que nadie la quería , apesar de que se encontraba muy agusto con sus mejores amigos los siete enanitos .

La sirenita con zapatos de cristal. Marta Gil.


Érase una vez, una sirenita llamada Ariel, iba a cumplir 16 años, pero estaba preocupada de no tener fiesta, pues su madre había muerto. Ariel tenía 11 hermanas más, ella era la pequeña y la más traviesa.
La noche antes de su cumpleaños se escapó y se fue por el océano. Mientras nadaba,comenzó a escuchar música cada vez más fuerte, ella por curiosidad salió a la superficie para averiguar lo que pasaba. Ariel vio un barco en el que parecía que estaban dando una fiesta, ella a escondidas se quedó mirando y se enteró que estaban celebrando el 18 cumpleaños del príncipe Éric.
Cuando Ariel vio al príncipe se enamoró profundamente de él, aunque ella sabía que era un amor imposible ya que él era humano y ella sirena. Ariel triste, regresó a su casa, pero por el camino se encontró con una sirena anciana que le enseñó unos zapatitos de cristal y le dijo que si se ponía uno en cada aleta se convertiría en humana, pero que si se le rompían dormiría profundamente durante toda su vida Ariel muy contenta, no prestó atención al pero y se fue a su casa lo más rápido posible.
A la mañana siguiente se levantó muy temprano para irse antes de que su familia se despertara y poder dejarles una carta explicándoles todo lo que había sucedido. Ariel salió muy deprisa de su casa y fue a la orilla del mar. Una vez allí se puso un zapato en cada aleta y al instante se había convertido en una humana.
Unas horas mas tarde, mientras Ariel tomaba el sol en la playa pasó por allí el príncipe del que se había enamorado. Él nada más verla se enamoró profundamente de ella. Ariel estaba muy nerviosa y no sabía que hacer, pero en ese momento Éric le preguntó dónde vivía ,Ariel no dijo nada, pues no le iba a decir que venía del océano. Éric no le dió importancia y la llevó a su palacio, allí la lavaron y la vistieron para un baile que había esa misma noche, para presentar a la futura princesa cuando Ariel se enteró comenzó a llorar y salió al jardín, pues resultaba que el príncipe iba a casarse a la tarde siguiente.
Al día siguiente Ariel no tenía ganas de nada, pero por obligación tuvo que ir a la boda. Cuando iba a comenzar la ceremonia, Ariel tropezó y se le rompieron sus zapatos de cristal, al segundo, Ariel se convirtió en sirena y entró en un sueño profundo, tal y como había dicho la anciana. Éric,que estaba enamorado de ella corrió a cogerla y ordenó que viniera un médico.
Una hora después ya la habían dado por muerta pero el príncipe desesperado la cogió y le besó durante unos dos minutos y cuando paró, Ariel despertó, eso si, como sirena. Éric le dijo que a él no le importaba si era sirena o humana , pero en ese momento, a Ariel se le ocurrió que si volvía a su casa y convencía a su padre, él le podría convertir en humana. Éric la cogió en brazos y la tiró al agua, Ariel le prometió que regresaría lo mas rápido posible.
Cuando Ariel llegó, su padre y sus hermanas corrieron a abrazarla, su padre la perdonó por haberse marchado y como era un padre facilón, la convirtió en humana y en un instante estaba vestida de novia en la boda. Éric le preguntó a Ariel si se quería casar con él y ella sin pensarlo le dijo que si, pero le dijo como condición que la boda tendría que ser en la playa para que su familia pudiera asistir. Éric enseguida ordenó que prepararan la boda en la playa y en media hora ya iba a comenzar la ceremonia Cuando acabó la ceremonia, l padre de Ariel como regalo les convirtió en sirenas a los dos, ya que a Éric le gustaba mucho el océano y se fueron los dos juntos a descubrir todo el océano.

Caperucita Amarilla. Ana Latorre.


Había una vez una niña muy fea. Su madre le había hecho una capa amarilla, a ella no le gustaba demasiado pero como fue un regalo de su madre no tuvo más remedio que ponérsela, como la llevaba todos los días los vecinos de la aldea la empezaron a llamar Caperucita Amarilla.
Su madre tenía una pastelería, ella le pidió que llevase unos pasteles a los ancianos de la aldea, recomendándole que no se entretuviese por el camino y no se juntara con gente extraña, había rumores de que cerca de la aldea vivía un lobo, pero Caperucita no le tenía miedo.
Caperucita Amarilla recogió la cesta con los pasteles y se puso en camino. La niña no tenía amigos porque nunca salía con ellos y los niños le insultaban, de repente apareció el lobo, era muy, muy grande, con mucho pelo y de color marrón.
Como el lobo vio triste a la niña le preguntó:
-¿Qué te pasa?- le preguntó el lobo con su voz dulce.
-Estoy triste, porque no tengo amigos. Caperucita se sorprendió con la voz de éste, ya que al verlo se pensaba que sería mala persona, ella se ilusionó porque pensaba que iba a encontrar un nuevo amigo.
- ¿A dónde vas?-Dijo el lobo.
-A repartir estos pasteles a los ancianos de la aldea- le dijo Caperucita.
-¿Quieres que te acompañe?-Dijo el lobo.
-Vale.-Respondió Caperucita.
Fue tan grande la confianza que cogieron ambos que el lobo le ayudó a repartir los pasteles.
Los guardias civiles que paseaban por el pueblo vieron a Caperucita que estaba con el lobo, ellos se alarmaron porque pensaron que le podía hacer daño.
Se acercaron y preguntaron:
-¿Qué pasa? No le hagas daño a la niña es demasiado joven para ti, y además es un ser humano, tú vete al bosque y deja a Caperucita en paz.
El lobo respondió: -No pretendo hacerle daño la he visto sola y quería ayudarle, y al mismo tiempo encontrar yo también amigos.
Entonces los guardias civiles se quedaron tranquilos, ya que vieron las buenas intenciones del lobo. El lobo y Caperucita fueron a repartir los pasteles por la aldea.
Una vez finalizada la tarea, fueron a casa de Caperucita, su madre se alarmó al ver que su hija iba con el lobo del bosque, y le dijo:
-¿Pero hija con quién te has juntado?- Te dije que no te juntaras con malas compañías.
La niña le respondió:-Es muy buen amigo, me ha ayudado mucho, quiero que se quede a vivir con nosotras, me ha hecho muy feliz.
Su madre le dijo no estoy conforme porque es un animal y tiene que hacer su vida en el bosque, me parece perfecto que mantengas una relación con él, de este modo puede venir a casa cuando él quiera, siempre será bien recibido pero a vivir no.
Una vez su madre dio el visto bueno Caperucita y el lobo quedaban todas las tardes para merendar y contar sus hazañas.

viernes, 7 de enero de 2011

EL soldadito de plomo. Hugo Giménez.


Tomasín era un niño que vivía en una bonita y feliz familia. Su madre, se llamaba Pilar, era una mujer simpática y buena, trabajaba en un supermercado, al que Tomasín le encantaba ir y ver como su madre reponía las cajas, hacer la compra con ella, etc. Su padre se llamaba Toni, un hombre fuerte y valiente que cuando era más joven era militar, pero desgraciadamente en época de guerra le amputaron la pierna, ahora él va en silla de ruedas, pero a pesar de la tragedia, Toni era feliz junto con su mujer y su hijo y hacía una vida normal con ellos, ha Tomasín le encantaba escuchar las batallitas que le contaba su padre que ocurrían en la guerra.

El pequeño era un niño humilde y estudioso, al que le encantaba jugar con sus padres y amigos en los ratos libres.

Tomasín esperaba con gran ilusión la Navidad, le encantaba por ser la época del año en la que se reunía con su familia en cenas y comidas, tenía muchas vacaciones en las que podía estar con sus amigos y familia, jugaba en la nieve y en especial lo esperaba por ser el mes en el que vienen Papa Noel y los Reyes Magos, Tomasín esperaba emocionado y fascinado la llegada de estos, todos los años le gustaba dejarles comida en el árbol para que se alimentaran ellos y sus camellos.

El día 25 de Diciembre Tomasín se levantó rápidamente emocionado hacia el árbol, para ver que le había traído Papa Noel, habían muchos, muchos regalos, entre ellos la mayoría para Tomasín, los abrió uno a uno ilusionado, le regalaron ropa de abrigo para la nieve, juegos de mesa para jugar en familia, un trineo para la nieve, etc.

Tomasín quedo muy contento al abrir los regalos y pasó el resto del mes de Diciembre y de Enero hasta el día de los Reyes, jugando con sus nuevos juguetes que le había dejado Papa Noel.

Una vez llegó el día de los Reyes Magos, Tomasín se levantó de nuevo ilusionado para ver que le habían traído los Reyes Magos, esta vez no habían tantos regalos como la vez pasada, pero si había uno para Tomasín, este lo abrió muy ilusionado por ser su único regalo, al abrirlo quedo fascinado, era un soldadito de plomo.

Este soldadito le recordaba mucho a su padre, a las batallitas que le contaba, era precioso, llevaba un traje reluciente, con una chaquetita verde con muchos botones, unos pantalones negros brillantes y un gorro enorme.

Tomasín pasó las navidades jugando con el soldadito de plomo, día tras día se levantaba con ilusión de jugar con él, y cuándo llegaba la noche lo guardaba en el baúl junto con los demás juguetes y se iba a cenar con sus padres, a pasar un rato con ellos y se iba a la cama a descansar.

Cuándo pasaron las Navidades y empezó el colegio, Tomasín dejo de lado los juguetes.

El soldadito se pasaba día tras día con el resto de los juguetes encerrado en el baúl, a este al haber pasado tanto tiempo con el niño, le había surgido sentimientos y cobró vida, echaba mucho de menos a Tomasín, se sentía muy solo en el baúl, porque el resto de juguetes no sentían ni tenían vida.

El soldadito decidió que tenía que hacer algo, porque se sentía muy solo, ya que Tomasín no jugaba con él, decidió que podía intentar hacer lo mismo que hicieron con él, jugar con los juguetes y cobrarles sentimientos.

Y así lo hizo, día tras día, jugaba con ellos, los tocaba, hablaba con ellos, pero el no recibía respuesta, los juguetes seguían igual que siempre quietos y sin moverse, pero el soldadito no perdía la esperanza y lo volvía a intentar de nuevo, hasta que al final se empezó a cansar de no recibir respuesta, estaba apunto de rendirse hasta que un día estaba el tranquilo descansando en el baúl, y escucho un ruido, y era el de un caballo, que había cobrado vida, el soldadito se puso muy, muy contento, y empezaron a hablar y a hablar, tenía tantas cosas que contarle…

Llego el día en el que el caballo y el soldadito tenían ganas de salir del pequeño y oscuro baúl y poder cabalgar libremente, y decidieron que iban a intentarlo, apilaron unos cuantos juguetes para hacerlos como de escalera, y por fin lo consiguieron.

Al salir al exterior, rápidamente se escondieron por miedo a que les descubrieran y les volvieran a guardar.

Tomasín llegó a su cuarto y descubrió al caballo y al soldadito fuera del baúl, y se preguntó como había llegado hasta allí, este iba a guardarlos en el baúl, y entonces el soldadito intervino y habló, Tomasín quedo fascinado porque él no sabía que habían cobrado vida.

El soldadito le dijo que por favor no le metiera en ese oscuro y pequeño baúl y también le contó lo defraudado que estaba con él por haberlo dejado solo tanto tiempo en el baúl sin jugar con él, Tomasín se alegro muchísimo de tener a su juguete favorito con vida y se disculpó por haberlo tenido tanto tiempo encerrado.

Tomasín mantuvo en secreto lo del soldadito y el caballo, los tenía en su cuarto de mascotas, jugaba con ellos todos los días y siempre que no había nadie en casa los dejaba correr libremente.

Tomasín junto con sus juguetes vivientes, el caballo y el soldadito de plomo, vivieron felices y comieron perdices.

La última cena. Lucía Tortajada.


Es un cuadro de Leonardo Da Vinci que representa mucha gente cenando en una mesa larguísima. La gente está hablando en pequeños grupos de tres y cuatro personas y parece que están muy atentos a lo que dicen los demás, Parece una escena de pena, la gente está como si estuviera en una reunión para hacer algo que sirva para ayudar a alguien. Los personajes de este cuadro son los 12 apóstoles y Jesús toma el nombre de la última cena porque al día siguiente los romanos cogieron a Jesús le hicieron sufrir mucho, después lo mataron y lo crucificaron. Cuenta la historia que los romanos buscaban a Jesús para encarcelarlo. Entonces Judas que era un apóstol y amigo de Jesús les dijo a los romanos donde iba a estar esa noche Jesús por 13 monedas de oro. Jesús esa noche fue a cenar con los apóstoles para celebrar su última noche porque él sabía que lo iban a matar y después de cenar se fue a orar con Judas al monte de los olivos donde los romanos sabían que iba a estar. Los romanos lo arrestaron y entonces Jesús le dio un beso a su amigo y le preguntó: ¿Porque me has traicionado?Cuando Judas fue a por las monedas le dijeron que en roma no se pagaba a los traidores entonces Judas se ahorco del remordimiento de haber traicionado a su amigo y maestro. Este cuadro estaba en un museo con mucha historia ya que es un cuadro muy antigüo y de un pintor muy importante.Un dia cuando los trabajadores del museo llegaron allí se encontraron el museo hecho un desastre, entonces se les ocurrió ir a dar una vuelta por el museo para ver lo que había pasado. Cuando llegaron a la sala donde estaba este cuadro se dieron cuenta de que no estaba allí y muy asustados llamaron a la policía para que averigüara lo que había pasado. Los policías al llegar allí y ver todo dijeron que eso tenía que ser un robo, entonces les dijeron a los trabajadores del museo que investigarían.Despues de mucho tiempo investigando lograron encontrar el nombre del culpable, pero ahora necesitaban saber dónde vivía. Unos días más tarde averiguaron donde vivía y fueron a su casa, le registraron todo para buscar el cuadro pero no lo encontraron, cuando ya se iban a ir uno de ellos dijo: Deberíamos de mirar en el garaje puede que esté allí, entonces fueron a mirar, allí encontraron el cuadro y arrestaron al ladrón. Mas tarde devolvieron el cuadro al museo y los trabajadores se pusieron muy contestos de que los policías lo hubieran encontrado.

Botellón. Sandra Clemente.


Una mañana de verano, una pandilla de un pueblo de Castellón, tenían pensado hacer esa misma noche botellón. Pero el caso es que eran muy pequeños…. Ana, al llegar a su casa a la hora de comer, le preguntó a su hermana mayor que si ella les podría comprar la bebida y que luego se la pagarían. Pero su hermana mayor le contestó que si su madre se enteraba se enfadaría mucho con ella…Pero Ana siguió insistiendo en que era verano y que ya tenían 12 años que ya eran mayorcitos para saber lo que hacían. Su hermana mayor, le contestó que ella no les iba a comprar nada pero que mejor esperaran a ser un poco más mayores, porque después si se emborrachaban o algo, sus padres se enterarían y que no les haría mucha gracia…Ana le dijo que no iban a comprar casi nada y que iban a ir todos los de la pandilla. Esa tarde, quedaron en la plaza del ayuntamiento para ir a comprar la bebida y todas las cosas que necesitaban….Compraron: 3 botellas de alcohol, 4 de Fanta y vasos de cubata. Al final, se lo compró un chico que pasaba por la calle y les dijo que sí… Por la noche fueron a cenar a casa de un amigo y después, cuando ya habían terminado, sacaron el alcohol y lo mezclaron con la Fanta y empezaron a beber, primero los chicos, pero cuando le acercaron el cubata a Ana ella pensó:”Mi hermana me ha dicho que mejor me espere a tener más años de edad….pero es que, no creo que me pase nada…..y sin pensárselo más veces cogió el cubata .Pero al final solo bebieron 3 chicas, y 4 chicos…A las 11 de la noche ya iban todos bebidos, y no podían casi ni moverse…..vomitando por aquí y por allí, y cuando se hicieron las 12 en punto, cada uno se fue a su casa, Ana cuando llego a su casa su madre le dijo: Ana, ¿Te encuentras bien? Y ana le respondió: Yo…. Si estoy de maravilla. Acto seguido, Ana se fue a dormir, pero….menuda noche que le esperaba vomitando y vomitando. Su madre se dio cuenta y fue a ver lo que le pasaba, y allí estaba Ana, vomitando por todos los lados…Su madre le preguntó toda enfadada que si había bebido. Ana no tuvo más remedios que decirle la verdad, si mamá, he bebido le contestó Ana. Su madre le riñó mucho, pero ella se lo tenía que tragar todo lo que le decía, porque al fin y al cabo… tenia razón su madre. Ana se pasó el resto de las vacaciones con resaca, mientras que sus amigas las que no habían bebido…Siguieron pasándoselo bien el resto de las vacaciones. Y es que cuando alguien te da un consejo porque ya lo ha vivido lo tienes que aprovechar.

Un cuadro famoso.María Tortajada.



En aquella época no teníamos gran cosa, algunos tenían huertas que tenían hortalizas para poder vivir y otros tenían animales .Para vestirnos sólo teníamos una camiseta y un pantalón que utilizábamos todos los días menos los domingos, que aprovechábamos y lavábamos la ropa sucia y nos poníamos un traje mas bonito para ir a misa.

Estaba yo en el jardín de mi casa cuando de repente oí tres ruidos que no sabía lo que era, entonces salí a la calle haber lo que pasaba.
Allí habían unas extrañas gentes que nunca se le habían visto por el pueblo, entonces, a través de la gente que había presente, intente averiguar quienes eran esos extraños, de donde eran y que querían de nosotros.
Entonces averigüe que eran unos franceses que venían desde Francia a conquistar España.

Lo que estaban haciendo era llevar a mis vecinos a un descampado y los estaban fusilando. Los ruidos que había oído eran disparos Eso no lo podía consentir. Porque ellos no podían ir a otro país a fusilar a toda la gente que se revelara contra ellos, así como así, sólo porque les apeteciera. Yo fui y les pregunté:
-¿Qué hacéis fusilando a esta humilde gente que no tiene ni para comer?
Ellos dijeron:
Hemos venido a fusilar a todos los hombres españoles que no acepten nuestras normas, porque así podemos conquistar más fácilmente y usar a las mujeres de esclavas.
Entonces todas las mujeres y hombres que vivíamos en la aldea nos unimos más que nunca, para formar un gran ejército, enseñar a los hombres a defenderse y utilizar las armas y sobretodo a no dejarse sobornar. Así tras un largo período de preparación, donde perdimos a seres queridos y algunos de nosotros, nuestros hogares no nos rendimos ante nadie y aprendimos que la unión hace la fuerza.

El tiovivo y Estocolmo. Eva Pedro



EL tiovivo.


Una vez llegó a Cesenatico un tiovivo, que total tenía seis caballitos de madera y seis coches encarnados un poco despintados. El hombrecillo que lo empujaba era delgado, pequeño, moreno y tenía la cara como de comer un día si y otro no. Los niños estaban siempre admirándolo y cogían rabietas para poderse montar las madres les decían vamos a ver a los delfines pero los niños solo querían subir al tiovivo. Una tarde un anciano subió a su nieto en un coche del tiovivo y el se subió a un caballo, cuando el hombrecillo empezó a girar el tiovivo el anciano dijo: - ¡Oh que maravilla! El anciano por un instante se sintió mas alto que el rascacielos de Cesenatico y su caballo galopaba digiendose a las nubes. El anciano desde el caballo veía los continentes y los océanos, dibujados en un mapa. El anciano se preguntó: - “Donde iremos”. El anciano al bajó del tiovivo tambaleándose y le dijo al hombrecillo: - ¿usted es brujo verdad?, pero no le digas a nadie que te he dicho eso porque me pueden decir: - ¿no ves que es peligroso montarse a su edad a un tiovivo porque puede marearse?


Estocolmo.

Un día en el mercado un hombrecillo vendía cosas la gente que pasaba se quedaba mirando las cosas que vendía el hombrecillo en su parada. Un día pasó un barbero que había salido del trabajo para ver lo que vendían en el mercado cuándo llegó a la parada del hombrecillo vio que el hombrecillo vendía una ciudad llamada Estocolmo la compró y se fue otra vez a trabajar. Al día siguiente el barbero salió de trabajar para ir a visitar Estocolmo la ciudad que él había comprado, cuando un hombre iba de camino a su barbería se encontró con el barbero y le dijo:
-Ahora voy que voy a visitar la ciudad que he comprado.
-¿cuál es? Dijo el hombre burlándose.
-Estocolmo. Bueno no me entretengo más que tengo que ir a visitar Estocolmo y después ir a la barbería.
-Bueno vale yo te espero en la barbería adiós.
-Adiós.

EL patito guapo.Gema Romero.



Como todos los veranos, la Señora pata se puso a empollar sus huevos y todas sus amigas del corral estaban deseosas de ver a sus patitos, que siempre eran los mas feos de todos. Pero a la señora pata, no le importaba.Llegó el día en que los patitos comenzaron a abrir los huevos poco a poco, y todos los vecinos se juntaron ante el nido para verles por primera vez. Uno a uno, fueron saliendo hasta seis horribles patitos, cada uno acompañado por los gritos de alegría de la Señora Pata y de sus amigas. Tan contentas estaban que tardaron un poco en darse cuenta de que un huevo, el más grande de los siete, aún no se había abierto. Todos concentraron su atención en el huevo que permanecía intacto, hasta los patitos recien nacidos estaban impacientes por ver a su nuevo hermanito. Al poco rato, el huevo comenzó a romperse y de él, salio un sonriente patito, más grande que sus otros hermanos, pero la gran sorpresa fue, que este, era mucho más guapo que los demás. La Señora pata, estaba contentísima por haber tenido ese hermoso patito, y empezó a olvidarse de los demás, y a pensar que su único hijo, era el bello patito. Los demás patitos, comenzaron a desganarse, pues no los cuidaba ni alimentaba correctamente. Los patitos, estaban tristísimos, porque mamá pata no los queria, y cada vez estaban más desnutridos y más feos.El orgulloso patito, se metía constantemente con sus hermanos.
Los patitos, decidieron marcharse a un lugar donde les quisiesen y les tratasen como se merecian.
Y en cuanto pudieron, se marcharon.
En eso que llegaron a una granja, donde una anciana, compadecida, los acogió y los alimentó hasta que crecieron un poco.
Pero al final, se dieron cuenta, de que la anciana, solo quería que los patitos, le sirviesen como comida en Noche Buena. Por eso se marcharon corriendo de allí. Y como no sabian donde irse, regresaron a su primer hogar. Y su sorpresa fue, que el precioso patito, se habia convertido en un obeso y consentido cisne. Y que llevaba loca a toda la granja, pues era muy travieso.
Mamá pata, en cuanto los vió, fue a disculparse, por lo que habia hecho. Estaba muy arrepentida. Los patitos, como tenian un buen corazón, a pesar de todo, la perdonaron. Y hecharon al cisne de la granja, el cual también se sentía mal allí, porque nadie era como él.
El cisne, se marchó en busca de sus semejantes, y los encontró. Mamá cisne, lo aceptó, y el cisne comenzó a comportarse bien con su nueva familia.
Allí, fue mucho más feliz, porque aunque le gustaba que le mimasen y ser el centro de la atención, allí tenía hermanos que lo querian, y con ellos podía jugar y divertirse. Y todos fueron muy felices y comieron perdices.

jueves, 6 de enero de 2011

El Lazarillo de Tormes. Marta Asensio.


Lázaro era un pícaro joven que se buscaba la vida sirviendo a diferentes amos que lo trataban mal y que él engañaba para comer y sobrevivir. Esta vez entraba a servicio de un clérigo que guardaba toda la comida en un arca. Lázaro se moría de hambre ya que su amo no le daba casi nada. Consiguió una copia de la llave y le hizó creer al cura que eran los ratones los que se comían la comida del arca. El clérigo ponía trampas para los ratones, pero naturalmente, estos no caían, porque no eran los ratones los que se comían la comida sino Lázaro. Un vecino le dijo al cura que podía ser una culebra como la que ya tuvo una vez en su casa. El cura se lo creyó y Lázaro tenía miedo de que le encontrará la copia de la llave que tenía escondida en la paja en la que duerme y se la metió en la boca para dormir. Quiso la mala suerte de que Lázaro al dormir como tenía la llave en la boca pitaba y hacía un ruido como el de una culebra al respirar. Entonces el cura que lo había oído se despertó y dijo:
-¿Qué es ese ruido? ¿Será la culebra?-dijo el cura.
Se levantó, cogió un palo y se dijo:
-Ya verás culebra lo que te pasará.-pensó.
Cogió el palo con las dos manos, se acercó a donde estaba Lázaro y dijo:
-¡Ahora verás culebra! ¡Acabaré contigo! Así que con todas sus fuerzas empezó a darle golpes al pobre Lázaro sin darse cuenta de que era él gritando sin parar:
-¡Esto por robarme y comerte mi comida! ¡Toma, asquerosa culebra! ¡Toma! Lázaro al notar golpes se despertó y dijo:
-¿Qué ha pasado? El cura cuando vio que era él preguntó: -A si que eras tú ¿eh? Entonces le cogió y dijo:
-A si que eras tú los ratones y la culebra y el que me robaba la comida del arca. Y Lázaro le contestó:
-Si era yo porque no me dabas nada de comida y ya estaba harto y me moría de hambre. El cura le cogió la llave de la mano, se la guardó y se llevó a Lázaro agarrándole de la camisa y le dijo:
-¡Ni se te ocurra volver aquí, ladrón!-gritó muy enfadado y lo echó a la calle a patadas.

EL nacimiento de Venus. Celia Gasco.


Hace un par de años, cuando mi hermana mayor estaba en Italia estudiando, fuimos todos a verla en Pascua. Fue la primera vez que cogía un avión y que salía de mi casa para conocer otro país, otra ciudad, Florencia. Lo que no sabía es que me iba a gustar tanto algo que viví allí.El arte nunca me ha atraído mucho, soy más de deportes, la artista es mi hermana, siempre con sus idas y venidas de cabeza, no la entiendo.Ella estaba desesperada por ir a la Galería de Los Uffizi ya que allí se encontraba su cuadro favorito, El nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli. Yo había escuchado algo sobre ese cuadro pero ni lo había visto ni me interesaba, la verdad es que el viaje estaba siendo un poco aburrido.Cuando llegamos a la galería pasó algo increíble, el portero se puso a hablar con mi hermana y pasamos enseguida, mi padre no pudo comenzar con sus quejas típicas de que todo era muy caro, que siempre teníamos que hacer cola, etc.El sitio estaba casi vacío y toda la gente me miraba de una forma muy especial, sus ojos se iluminaban cuando yo pasaba, algo “me mosqueaba”. Nadie de mi familia se daba cuenta de que había algo extraño.Los trabajadores cuchicheaban en Italiano y no entendía nada, se que decían algo así como “é qui, é venuta” y entonces todo se quedó en silencio…habíamos llegado a la sala dedicada a Sandro Botticelli.La sala era grandísima y cuando entré el corazón se me aceleró tanto que pensé que iba a salir de mi cuerpo, mi hermana comenzó a contar la historia del cuadro, como siempre que estábamos en algún museo:

- Madre Mía (decía) es precioso, ¡no veis lo especial que es! La historia de este cuadro es fantástica, Cronos, hijo de Urano, “le cortó los huevos” a su padre y estos cayeron al mar y de la nada apareció ella, La diosa del amor…Y, sin saber como, la Venus había desaparecido y en su lugar estaba yo. Grité con todas mis fuerzas pero ellos no me escuchaban y veía a toda mi familia como a través de un cristal. ¡Que locura!...de repente escuché una voz:

- Tranquila, te estábamos esperando, permite que me presente, Soy Cefiro, dios del Viento de primavera, te he traído a la Isla de Citera soplando la mar con delicadeza para que no te asustaras.Pude observar el lugar, era precioso, estaba sobre una concha enorme y a mi lado había más gente, otra persona me habló, esta vez una mujer que abrazaba a Cefiro:

- Hola Celia, o mejor dicho, Venus, Soy Cloris, diosa de la brisa y las flores, estábamos todos tan impacientes por tu llegada. Desde el momento en el que tu hermana nos dijo que vendrías no nos lo podíamos creer.

- ¿Mi hermana? ¿Tiene ella algo que ver con esto?(me estaba empezando a enfadar)

- Más de lo que tú crees (dijo otra voz), ella es especial, como tú, ¡ohh!… disculpa, que grosera, no me he presentado, soy La Primavera, y estoy aquí para cubrirte con este manto de flores.Entonces volví a mirar hacia la sala, mi hermana era la única que seguía delante del cuadro, en aquel momento guiño el ojo hacia el cuadro y me dijo:

- Enseguida estoy contigo.Pude ver como de mi hermana salía una especie de niebla que iba justo al cuadro que había a mi lado. Comenzó a escucharse mucha gente, como si estuvieran de fiesta:

- ¿Qué pasa hermanita?, estamos en un mundo que creo Sandro Botticelli en el renacimiento, toda esta sala tiene vida, los trabajadores son protagonistas de los cuadros, y solo faltaban dos personajes, tú y yo. Tenía tantas ganas de que pudieras ver esto. Ven quiero enseñarte algo.Me agarro fuerte de la mano y salté a otro cuadro. Ahora había mucha más gente y todos estaban celebrando la llegada de la primavera, pude reconocer al portero y a algunos de los trabajadores. Todo era una locura pero empezaba a gustarme. Me coloqué bien el manto y comenzamos a correr por los diferentes cuadros donde criaturas, cada vez más extrañas, nos miraban y acompañaban, habían minotauros, ninfas, dioses, centauros y otros seres que no sé ni pronunciar su nombre. Que viaje tan especial, estuve en tantos cuadros, vi tantas cosas, jamás había sentido algo así, el arte no era un rollo como yo pensaba, era divertido y encima formaba parte de uno de los cuadros más importantes de la Historia:

- ¡Celiaaaa! ¡Cristinaaa! venga vamos que se nos hace tarde, que van a cerrar.De repente era otra vez yo.

- ¡Ya vamos papa! que le estaba contando a Celia una historia súper divertida de esta sala!El resto del viaje se me pasó volando, quería hablar con mi hermana, que me dijera cómo lo había hecho, no entendía nada, y ella siempre cambiaba de tema.El último día, en el aeropuerto, me dijo que esperaba que hubiera sido un viaje inolvidable y que seguro que no me había aburrido mucho con tanto museo. Yo le dije:

- Teta, ahora entiendo cuando dices que el mundo del arte es tan divertido, que el mayor de los poderes es la imaginación.Entonces se despidió y cuando estaba a punto de subir al avión me dijo gritando:

- Nos vemos en verano, que la primavera solo es eterna en los cuadros.

FIN Quiero agradecer a mi hermana que siempre me ha estado contando las historias que hay detrás de cada cuadro y me ha ayudado a contar esta historia.

EL zapatero y la Cenicienta. Cristina Marín.


Había una vez un zapatero que era tan pobre que sólo le quedaba cuero para hacer un par de zapatos. Cortó con mucho cuidado y con todo el mimo el cuero y dejó todo preparado para coser los zapatos cuando amaneciera. Durante la noche entró en la zapatería el Hada, que al ver que estaba todo preparado para hacer los zapatos decidió terminarlos con el cuero que dejó preparado el zapatero, pero además tocó con su varita mágica los zapatos y los convirtió en unos preciosos zapatitos de cristal. El zapatero se quedó muy sorprendido cuando a la mañana siguiente vio que los zapatos eran de cristal. Emocionado porque eran los más bonitos que había visto en su vida, los puso en el escaparate pensando en venderlos por mucho dinero y así poder comprar suficiente cuero para hacer más zapatos. Por la tarde Cenicienta, que iba a hacer la compra que le había ordenado su malvada madrastra y sus hermanastras, que la obligaban a realizar todas las tareas más duras de la casa y siempre llevaba harapos y ropa vieja, se quedó perpleja en el escaparate mirando los zapatos tan bonitos. Entonces pasó un pregonero por la misma calle que invitaba a las jóvenes a una gran fiesta que celebraba el Príncipe en su palacio. Viendo el zapatero la tristeza que envolvía a la bella Cenicienta que no podría ir a la fiesta por no tener que ponerse para estar guapa, le regaló los zapatos.Cenicienta muy contenta y agradecida por el regalo regresó a casa y se puso a buscar telas para coser un vestido adecuado para ir a la fiesta. La madrastra le prohibió ir a la fiesta y le ordenó que cosiera los vestidos de sus hermanastras que se fueron muy contentas. Cenicienta quedó muy triste pero de pronto apareció el Hada Madrina y le dijo que podía ir a la fiesta y además sería la más bella del baile. Para eso con su varita mágica le hizo un vestido nuevo y una elegante carroza tirada por caballos. Cuando apareció en el baile todos se quedaron asombrados de su belleza y el Príncipe se enamoró de ella y le pidió que se casara con él. A partir de entonces le compraban al zapatero todo el calzado del Reino y este dejó de ser pobre.

Los ladrones y el flautista de Hamelín. Alexis Marín.


En un pequeño pueblo muy pobre llamado Hamelín, vivía Alí Babá que trabajaba como leñador. Un día en el bosque oyó un ruido de galope de caballos y corrió a esconderse. Eran cuarenta jinetes que se pararon delante de él sin verle. Alí Babá desde su escondite vio como se repartían un montón de sacos llenos de oro, plata y objetos preciosos y adivinó que eran robados y que escondieron en una cueva cuya puerta abrieron cuando el jefe de la banda de ladrones pronunció “ábrete sésamo”.

Cuando se fueron Alí Babá repitió las palabras que había oído y la cueva se abrió. Sorprendido al ver el botín pensó que él con la mitad sería rico por lo que decidió quitarles un poco de oro y se dirigió al pueblo a comer decentemente y dormir en una buena cama en vez de hacerlo en su cabaña. Alí Babá le contó todo a su hermano, quién rápidamente fue a robar el botín. No acordándose de las palabras mágicas para abrir la cueva cuando estaba dentro, se quedó encerrado y fue pillado por los ladrones. Kasim, que así se llamaba su hermano, y era muy cobarde, les imploró a los ladrones que no le mataran ya que era su hermano quién le había contado el secreto.

Los ladrones viendo que había más gente que conocía el secreto decidieron ir al pueblo a matar a todos sus habitantes Cuando iban a entrar en la ciudad para cometer sus crímenes, toda la gente que ya sabían las intenciones de los ladrones corrieron a esconderse en sus casas. Tan solo había un extraño individuo vestido de forma rara y que llevaba en el cinturón una larga flauta. Los ladrones lo rodearon y se burlaron de él pensado que era el único en el pueblo que no se había enterado de lo que iba a pasar. El flautista muy tranquilo les dijo que si que sabía sus intenciones y que iba a evitar que lo hicieran. Los ladrones no podían dejar de reír preguntando cómo pensaba impedirlo. De momento el flautista comenzó a tocar la flauta y no lo hacía nada mal, pero su principal cualidad era que hipnotizaba a los ladrones. Cuando estuvieron todos hipnotizados por la música, el flautista se dirigió hacia la cueva seguido de los cuarenta ladrones quedando encerrados en la misma. Los tesoros robados fueron devueltos a sus dueños y otros quedaron repartidos para las personas del pueblo, que dejaron de ser tan pobres.

miércoles, 5 de enero de 2011

Siempre hay que cumplir lo que se promete.Alan.


Había un lobo un perro y diez ovejas. Cada día el lobo intentaba comerse a las ovejas pero el perro siempre las protegía .Pero un día el perro se canso de defenderlas ,porque cuando venía el lobo, el perro las intentaba agrupar para ponerlas a resguardo y ellas que eran muy miedosas se dispersaban y el perro no daba abasto para protegerlas a todas y acababa agotado.
-Por favor defiéndenos gran perro eres el mejor protector del mundo.
- De ninguna manera aprender a defenderos vosotras solas o sino hacedme caso.
- Lo intentamos pero es que nos asustamos mucho
- Pues no pienso defenderos más.
El lobo apareció a la otra semana y se llevo a la fuerza a dos ovejas ahora solo quedan ocho Entonces las ovejas idearon un plan y le propusieron al lobo hacer una carrera desde el corral hasta la salida del bosque .El trato era que si el ganaba se las podía comer a todas y si ganaban ellas el se iría para siempre y las dejaría en paz
- No sé si aceptar la carrera.
- Si ganas nos podrás comer a todas.
- Y si pierdo yo
- Te irás para siempre pero lo tienes que prometer.
-De acuerdo lo prometo.
Las ovejas le pidieron ayuda al perro para hacer una red para la carrera. El perro les dijo que si enseguida.
Esa misma noche las ovejas y el perro se pusieron a fabricar una red.
Al día siguiente empezó la carrera el lobo mientras corría cogía a las ovejas y las empujaba fuera del recorrido y cuando el lobo estuvo a punto de de llegar a la meta se quedo atrapado y colgado en la red y la carrera la ganaron las ovejas.
-Te soltaremos si te vas de aquí para siempre.
-Os matare y os comeré a todas.
-A si pues te echaremos río abajo.
La moraleja es que uno tiene que cumplir lo que promete.

Carrera en Hamelín.Mara Martínez.


Había una vez, una tarde de verano, en un pueblo llamado Hamelín, una liebre y una tortuga que querían hacer una carrera para ver quién era la que más corría. Pusieron carteles por todo el pueblo para que todo el mundo lo supiera y fueran a verles correr.
Al día siguiente el rey se enteró por los carteles y como no le habían pedido permiso mando echarlos del pueblo y puso una recompensa para quien se los llevara, entonces apareció un flautista y le dijo al rey:

-Yo me llevaré a la liebre y a la tortuga.

-Vale trato hecho. Respondió el rey.

Y el flautista como no conocía a los animales se fue a buscarlos y empezó a tocar por el pueblo.
Un rato después, la liebre y la tortuga empezaron la carrera, como la tortuga iba muy lenta y la liebre corría mucho, le saco tanta ventaja se puso en un árbol a echar la siesta, como la liebre se quedó dormida no se dio cuenta que la tortuga le había pasado y cuando iba a llegar a la meta, empezaron a oír una música y no le hicieron ni caso. La tortuga ganó la carrera.

El flautista siguió tocando y vio que le seguían conejos y se los llevó y los dejó perdidos para que no volvieran.

Unas horas más tarde el flautista regreso y le dijo al rey:
-Ya están perdidas y no volverán.
-Si, entonces explicame, ¿que hacen por la calle? Dijo el rey.
-Pues no lo sé porque yo empecé a tocar y vi que me seguían unos conejos y creí que eran ella. Contestó el flautista.
-¡Vete!. Dijo el rey
-¿Pero y la recompensa? Preguntó el flautista
-¿Que recompensa? ¡Vete! Dijo el rey.
Entonces el flautista se enfadó y empezó a tocar música y sin darse cuenta se empezó a llevar a la gente del pueblo y las dejó por el bosque. El rey se dio cuenta de que no había nadie en su pueblo y que el flautista se los había llevado por rencoroso, y decidió mandar a matar al flautista.
Una vez llegaron donde estaba el flautista, la dijeron los cazadores que había mandado el rey:
-Devuélvenos a los ciudadanos y te dejaremos en paz.El flautista se los devolvió, pero como el rey había mandado que lo mataran, lo mataron.

La cabra y el puma.Carmen Ors.


Había una vez una cabra que estaba en el prado comiendo pastos con su rebaño, entonces apareció un puma hambriento deseando comerse la sabrosa carne de todas las cabras y ovejas del rebaño. Todas las cabras huyeron descontroladas pero la mayoría murieron. Entonces la cabra protagonista ideó un plan para vengarse del puma. La cabra pensó bastante para que se le ocurriera y al final se le ocurrió. El plan consistía en seducir al puma con sus encantos(hay que decir que la cabra era bastante guapa), y luego conseguir que le hiciera caso en todo, a continuación que se hiciera muy gordo, después darle un empujón y que muriera ahogado en el mar. A la mañana siguiente el puma estaba en el valle y la cabra fue a saludarlo, pero el puma paso de ella. Mas tarde la cabra volvió a intentarlo y el puma le hizo caso pero no lo consiguió. Al final del día si que consiguió seducirlo y montó un gran banquete con grandes comidas deliciosas y el puma fue engordando poco a poco.Pasados dos meses fueron juntos a dar un paseo hasta llegar a una montaña desde la que se veía el mar. La cabra no dudo ni un poquito y le pego un gran empujón. El puma murió ahogado.

Moraleja: La seducción es un arma muy peligrosa.